El extraño comportamiento de su hermano, que sufre una dispacidad del 68,5%, puso en alerta, hace unos días, a María Ángeles y a su madre. De repente, empezó a llevar a la vivienda en la que reside con su progenitora una serie de objetos, como balones de fútbol o collarines, sin dar muchas explicaciones más allá que eran de un amigo. Finalmente, tras advertirle que si no decía la verdad sería castigado, José Luis -nombre ficticio- confesó los abusos sexuales que, al parecer, sufría por parte de un vecino suyo, en el zaragozano barrio de Miralbueno.

Las circunstancias especiales de la víctima hicieron que fuera a declarar junto a su tu hermana ante la Unidad Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional que, tras una laboriosa investigación, concluyó en la detención del sospechoso F. M. P. que fue señalado sin ningún género de dudas. De hecho, destacan su contundencia y claridad en la denuncia.

Ante los agentes, José Luis señaló que unos meses antes se le acercó un hombre «muy elegante» con el que entabló una consersación durante un rato. A continuación, le ofreció ir hasta su domicilio, manifestándole que si lo hacía le daría, a cambio, muchos regalos y cosas que guardaba en su casa. «Sin saber por qué, accedí», apuntó. Subió al piso, donde estuvieron conversando y, a cambio, recibió un balón de fútbol. «Lo escondí porque no quería que mi madre o mis hermanos se enteraran que había estado con un desconocido», afirmó.

MASTURBACIÓN / Del último encuentro aseguró sentirse «apenado y disgustado». Le acompañó hasta su casa como siempre, si bien cuando llegaron a un cuarto le hizo tumbarse en la cama «con voz seria y firme», lo que hizo pasar miedo.

Tras ello, sin media palabra, supuestamente, le bajó la cremallera de sus pantalones y le masturbó. «Me molestó, esto no me gustaba, pero tenía miedo porque me llegó a levantar la mano como amenaza», aseveró la víctima. «No se lo conté a nadie porque creía que era algo malo», matizó este hombre que está siendo asistido por el abogado penalista José Cabrejas. También aseguró que no fue violado.

Sobre la identificación del desconocido no dudó en decir que «sería capaz de reconocerlo en la tele, en la calle o en alguna foto», como finalmente hizo sin ningún género de dudas.

El sospechoso, F. M. P. que fue detenido el pasado 20 de enero está actualmente en libertad provisional, si bien tiene una orden de alejamiento con respecto a su víctima, que decretó la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza, María Soledad Alexandre.

Ante la magistrada negó rotundamente los hechos y afirmó que vive con su familia, entre los que está su suegra en silla de ruedas que no abandona la vivienda sola. También destacó que no conoce de nada a la víctima ni a su entorno cercano.