La Policía Nacional detuvo anteayer a un marroquí por, supuestamente, amenazar a los pasajeros de un autobús de Zaragoza con inmolarse al grito de Al lahu-àkbar --Alá es grande--, la misma fórmula empleada por los terroristas del autodenominado Estado Islámico (EI), conocidos también como Daesh e ISIS. Todo quedó en un susto y en unas magulladuras de los agentes que le redujeron, debido a que en su cintura no portaba ningún explosivo.

La escena de pánico pudo haber sido peor, ya que, aunque tuvo lugar a las 8.00 horas, fue durante este puente de la Constitución y el número de usuarios de la línea 34 era mucho menor. Aún así, tanto al conductor como a alguno de los que iban en los asientos la escena no se les va a olvidar.

Según pudo saber este diario, el arrestado, Anas E. M., subió a este servicio de transporte urbano a la altura de la puerta del Carmen. Al parecer, durante el recorrido este hombre tuvo un comportamiento extraño que hizo que uno de los viajeros llamara a la Policía. Rápidamente se activó un equipo de la Brigada de Información que dieron el alto a la altura del paseo Cuéllar. Allí, ante la presencia policial, este hombre, según estas mismas fuentes, comenzó a gritar que Alá era grande e, incluso, a tocarse la cintura mientras decía: "Boom".

REDUCIDO

La intervención fue en cuestión de segundos, ya que los agentes decidieron reducirle para evitar males mayores en el caso de que sus advertencias fueran reales. Finalmente, este hombre no llevaba nada y fue conducido a las dependencias de la Jefatura Superior de Policía en Zaragoza como autor de tres delitos: amenazas, atentado y desórdenes públicos.

Unos hechos por los que ayer pasó a disposición de la jueza sustituta del Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza, Pilar Gómez, quien le puso en libertad provisional tras tomarle declaración. Acompañado por su abogada defensora, María Teresa González, este ciudadano de origen marroquí negó dichas acusaciones. Señaló que los agentes que intervinieron no le entendieron sus palabras en árabe, ya que no sabe hablar en castellano.

El Ministerio del Interior tiene activada una web (www.stop-radicalismos.es) y un teléfono gratuito (900 822 066) para que cualquier ciudadano que tenga alguna información sobre terrorismo yihadista sea transmitido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La llamada puede desarrollarse en árabe o en español y es recibida en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). Desde el departamento que dirige Fernández Díaz se señala que la idea es que en breve se pueda transformar en un número de tres cifras, más fácil de memorizar y que no deja rastro en la factura telefónica.

Aunque no está pensado para denuncias, sino para informar sobre posibles casos, cabe la posibilidad de que se realicen, por lo que en ese caso se trasladarían todos los datos a la Policía.