El Grupo de Atracos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón ha detenido a un hombre de 47 años como autor de un robo con violencia en un salón de juegoS de Zaragoza. El sospechoso consiguió un botín de más de mil euros.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 3 de mayo, si bien los agentes mantenían abiertas las investigaciones para identificar y localizar al atracador.

Según fuentes consultadas por este diario, los agentes trabajaron con la descripción ofrecida por la víctima del asalto y el estudio del modus operandi en relación con imágenes de otros hechos similares que dieron con el paradero del ahora detenido, F. H. V. Cuando la Policía le mostró al empleado del salón de juegos una captura de imagen de unas grabaciones de seguridad, este no tuvo ningún género de dudas en señalarle como la persona que le atracó. Los hechos por los que ha sido detenido tuvieron lugar en una sala de juegos de azar situada en la avenida Madrid de la capital aragonesa. F. H. V. se hizo pasar por un cliente y se dirigió a uno de los empleados, a quien le sacó una navaja y le exigió la recaudación. Ante dicha amenaza, el trabajador se acercó a la caja registradora y le entregó 1.000 euros en efectivo que ahí había. Tras ello, el arrestado salió corriendo y consiguió estar en paradero desconocido durante cuatro meses. Este hombre tiene antecedentes policiales por hechos de similares características, según estas mismas fuentes.

La última detención por un atraco tuvo lugar en una joyería zaragozana. En aquella ocasión, el delincuente, que también tenía antecedentes penales por hechos similares por los que llegó a estar en prisión, esgrimió un cuchillo y amenazó a las dependientas. Sin embargo, no fue muy lejos ni llegó a conseguir su objetivo, ya que la propietaria del establecimiento se armó de valor y le lanzó un ordenador portátil que le dejó noqueado por unos segundos. Un tiempo que aprovechó otra joyera para salir a la calle y pedir ayuda a los viandantes. La suerte estuvo de su lado, ya que una patrulla motorizada de la Policía Local pasaba por la calle y consiguió detenerlo.