La Guardia Civil localizó y arrestó ayer al conductor que huyó de un accidente ocurrido en Campo en el que murió el copiloto, un hombre de 41 años llamado Costel. El detenido tiene diez años menos, pero ambos compartían nacionalidad rumana y, según pudo saber este diario, eran amigos. De hecho, el conductor estaba llevando a casa al fallecido, para despedirse antes de ir a trabajar a Cataluña. Los agentes de Tráfico le imputan un delito de homicidio por imprudencia y otro de omisión del deber de socorro.

El accidente, según reveló ayer el instituto armado, tuvo lugar --calculan-- en torno a las 23.00 horas del viernes. El detenido y la víctima se conocían de haber estado trabajando ambos en granjas de vacas de Aguascaldas, y se habían hecho amigos. El conductor hacía un tiempo que no trabajaba allí, pero se iba a marchar a Cataluña, y quedó para despedirse de Costel y un tercer rumano, que residía en Campo.

Allí les vieron cenar y tomar algo, pero cerca de las 23.00 horas ambos cogieron el coche camino de Aguascaldas. Por razones que se desconocen, el conductor sufrió un accidente justo al salir del pueblo, al lado del cementerio, en un tramo sin especial dificultad. El vehículo volcó, y su amigo murió. Él consiguió salir y abandonó el lugar, aún no ha trascendido si en estado de shock o por miedo.

DEAMBULANDO

Tras pasar la noche del viernes, el sábado entero y la mañana del domingo al raso --que se sepa--, una patrulla de Tráfico de Aínsa localizó ayer al joven, al que llevaban buscando desde la mañana del sábado, cuando una vecina de Campo vio el coche volcado. El conductor estaba andando por la N-260, en el término municipal de Foradada del Toscar, a unos kilómetros del lugar del siniestro.

Según fuentes del instituto armado, salvo unas ligeras contusiones estaba en buen estado de salud. No revelaron si dio algún tipo de explicación sobre el accidente o los motivos de su huída. En cualquier caso le detuvieron, imputado por los citados delitos. En las próximas horas será puesto a disposición del Juzgado de Boltaña, que instruye el caso.

Según explicó el alcalde de Aguascaldas, José María Raso, la víctima trabajaba durante largos periodos para su hijo, en la granja, donde tenía siempre "las puertas abiertas" por ser un gran jornalero. Tenía mujer y dos hijos viviendo en Rumanía, aunque venían a visitarlo periódicamente a la granja. Tanto la víctima como su amigo habían trabajado al parecer por distinas explotaciones agrícolas de varias provincias españolas.