La Policía Nacional volvió a detener ayer a J. G. S., el joven del barrio zaragozano de San José que hace cuatro años fue arrestado por espiar a sus vecinos a través de las webcam de sus ordenadores.

Fue arrestado e imputado por un delito de revelación de secretos, después de que una compañera de trabajo le denunciara ante la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, por, supuestamente, introducirse en su correo privado, así como en las redes sociales que utilizaba. Un modus operandi que ya habría cometido con respecto a otra mujer que también trabaja en la misma empresa de electrodomésticos que el sospechoso y que conllevó su arresto el pasado mes de noviembre por este mismo delito.

Por este supuesto espionaje ya prestó declaración ante el juez instructor, a quien le afirmó que había descubierto que había más usuarios, no identificados, que utilizan la dirección de ADSL de su casa, lugar en el que habría cometido, supuestamente, este delito.

Este joven de 34 años fue detenido en el 2012, en el marco de una operación contra la distribución de material pedófilo, por vulnerar la seguridad de las redes wifi con las que se conectaban a internet los vecinos, al menos de su zona. Una vez rota la seguridad de la red, el joven introducía en los equipos un virus tipo troyano, que le permitió controlar los ordenadores de unas 100 personas.