La Policía Nacional ha detenido a un vecino de Zaragoza por prostituir y mantener en régimen de semiesclavitud a una joven a la que convenció para venir a la capital aragonesa, tras haberla seducido por intenet. El hombre la mantenía encerrada en un piso, bajo amenazas de muerte, del que solo le dejaba salir para ir al burdel.

El hombre, de nacionalidad rumana como ella, contactó con la joven, de 30 años, a través de internet, iniciando una relación de afectividad con la técnica conocida como ciber loverboy (algo así como amante virtual). La relación llegó a tanto que la convenció para viajar de Rumanía hasta Zaragoza, para iniciar una vida en común, y superar los problemas de violencia de género y económicos fruto de una relación anterior.

Pero una vez en la ciudad, la obligó a trabajar en un prostíbulo, acompañada de otras familiares del hombre, que la controlaban y vigilaban. El hombre se quedaba con toda la recaudación, y tanto él como sus familiares amenazaban de muerte tanto a la joven como a sus familiares en Rumanía, para evitar tanto que escapara (la tenían en un piso del Arrabal, de donde solo salía para ir al prostíbulo) como que contase su experiencia.

De hecho, según fuentes policiales, la instruían sobre lo que tenía que decir en el caso de que le preguntase algún cliente o la propia Policía.

Su captor pretendía trasladarla algún país centroeuropeo para seguir explotándola, pero denunció su situación y está bajo el cuidado de la asociación APIP-ACAM.