Dos jóvenes que difundían fotografías en redes sociales de menores de edad manipuladas, con comentarios ofensivos e injuriosos, han sido detenidos y un tercero es investigado por la Policía Nacional por un delito contra la integridad moral.

Por otro lado, seis menores de edad han sido imputados por un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil a través de dispositivos de telefonía móvil, informa la Policía Nacional.

En el caso de los dos jóvenes, la investigación comenzó tras conocer la existencia de un perfil en una conocida red social en el que se habían difundido fotografías de alumnos menores de un centro educativo previamente manipuladas, con comentarios claramente ofensivos e injuriosos.

La cuenta fue cerrada a las pocas horas de su creación, durante las cuales tuvo amplia difusión entre el alumnado del centro, siendo algunos de los afectados quienes dieron la voz de alarma al mismo, aunque los presuntos autores fueron identificados.

La creación en el ámbito escolar de perfiles en redes sociales por jóvenes utilizados para lo que ellos creen que son bromas incurriendo, sin embargo, a veces en conductas delictivas se ha convertido en una peligrosa práctica, que puede acarrear consecuencias penales para sus autores.

La difusión de imágenes de menores de edad sin la correspondiente autorización, la manipulación de las mismas, los comentarios soeces o de mal gusto sobre otros menores o la difusión de información de carácter personal en las redes sociales (aunque haya sido facilitada voluntariamente) pueden constituir delitos de descubrimiento y revelación de secretos, contra la integridad moral u otros, sancionados con penas de prisión.

En cuanto a los seis menores, se registraron diversas denuncias sobre la difusión en grupos de una conocida aplicación de mensajería instantánea de un vídeo de carácter pedófilo.

Centralizadas las denuncias y analizados los hechos manifestados en las mismas, determinaron que en todos los casos se trataba del mismo material pornográfico, dos archivos de vídeo clasificados como de abuso extremo en la escala de tipología y gravedad de pornografía infantil internacionalmente utilizada.

Los seis menores habían compartido estos archivos en distintos grupos formados por menores de su entorno escolar y todos ellos fueron imputados, y se dio cuenta a la Fiscalía de Menores de Zaragoza.