Villarluengo Tres hombres, vecinos de Madrid, fueron sorprendidos por agentes del Seprona de la Guardia Civil cuando cazaban de forma furtiva cabras montesas en el coto del pueblo de Villarluengo y en la reserva de las Masías de Ejulve. Los cazadores furtivos, a los que se acusa de la comisión de un supuesto delito contra la fauna, portaban en bolsas de basuras dos cabezas de cabra montesa que habían abatido anteriormente, y de las que se deshicieron en su huida, antes de ser interceptados. Fueron abatidas con un moderno rifle con mira telescópica. E. P.