Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Cataluña y Baleares han disparado su deuda en la última década y en los cuatro casos su peso ya supera el 30% del Producto Interior Bruto (PIB) autonómico, mientras que la de Aragón ha pasado del 3,7 al 21,6 en ese periodo. Así se recoge en un informe de expertos en financiación autonómica que ha difundido esta semana la Red de Investigadores en Financiación Autonómica y Descentralización Financiera en España (Rifde), gestionada por Governance and Economics Research Network de la Universidad de Vigo, en el que analiza la estabilidad presupuestaria de las comunidades y en el que propone alternativas para la sostenibilidad financiera de las mismas.

Entre las medidas que se aconsejan está fijar objetivos de déficit diferenciados para cada comunidad, reestructurar la deuda autonómica --aunque sin quitas-- y crear nuevos fondos de reserva. Rifde señala que el impacto de la reciente crisis supuso un fuerte crecimiento del endeudamiento de las autonomías, aunque también del Gobierno central, hasta el punto de que algunos territorios han disparado su deuda. Para avanzar en el camino de la sostenibilidad presupuestaria de las comunidades, el estudio aconseja modificar los procedimientos para definir los objetivos de estabilidad, con una coordinación a través del Senado y, de no ser así, del Consejo de Política Fiscal y Financiera y la Conferencia de Presidentes.