El plan estratégico de descontaminación de lindano que afecta a la cuenca del río Gállego, programado hasta el año 2040, «va paso a paso» y la principal inversión hasta ahora se ha centrado en la contención y tratamiento del residuo, con avances en los trabajos para la descontaminación en los vertederos afectados por el pesticida en Sabiñánigo.

Así lo reconoció ayer la nueva directora general de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, María Pilar Gómez López, quien sexplicó en una reunión del comité se seguimiento del problema que el llamado proyecto ISCO, que consiste en la eliminación por oxidación química de los residuos de la fabricación del plaguicida en aguas subterráneas, ha tenido un resultado «mejor de lo esperado».

El plan estratégico para la descontaminación incluye diversas actuaciones con un cronograma y tiene como principales objetivos garantizar agua potable a todas las poblaciones y comunidades de regantes que puedan estar afectadas aguas abajo del barranco de Bailín, confinar los residuos y tratarlos para evitar la contaminación e investigar cuáles son las soluciones más adecuadas.

10 millones de euros

Para tratar toda la zona, la inversión necesaria se cifra en una horquilla entre 7 y 10 millones de euros hasta 2020, y la DGA está buscando financiación a través de proyectos europeos. Además, otra de las técnicas que se quiere poner en marcha pretende tratar los residuos con unas bacterias con las que por ahora solo se ha trabajado en laboratorio y que también requeriría de fondos comunitarios para asegurar su desarrollo. «Es una de las tantas técnicas que estamos probando para ver cuál puede ser la más eficaz», agregó Gómez, quien admitió que es un tema complejo de solucionar.

Otro frente abierto es el desmantelamiento de la planta de Inquinosa, origen de la contaminación. Por el momento la DGA ha determinado que la situación es «menos preocupante» de lo que se creía, aunque aúno no hay fechas concretas para actuar.