El Consejo de Gobierno aprobará el próximo martes el proyecto de ley de medidas para el mantenimiento de los servicios públicos en la comunidad autónoma de Aragón. Uno de los paquetes más impositivos que contiene afecta al medio ambiente. En este área, el Ejecutivo espera recaudar hasta 29 millones de euros, a los que se sumarían otros 20 del que se aplicará sobre los hidrocarburos, a través de las gasolineras.

La norma, a la que ha tenido acceso este diario, prevé tres nuevos impuestos: el que se aplicará a los embalses; uno que afectará a las líneas de tensión y otro sobre las instalaciones de transporte por cable. El primero es el que reportará mayores ingresos a las arcas autonómicas: 12 millones, según consta en el documento que acompaña a la ley. Mientras que los dos restantes supondrán 1,5 millones cada uno. Se añade un nuevo impuesto sobre la contaminación de las aguas, cuyos efectos en los ingresos de la comunidad alcanzarían los 14 millones de euros.

EMBALSES El llamado impuesto sobre embalses somete a tributación los efectos medioambientales causados sobre la flora y la fauna de los cauces de los ríos, sobre la calidad de las aguas y sobre las riberas y los valles asociados al ecosistema fluvial, como consecuencia de la realización de actividades que emplean aguas embalsadas. Aunque grava la producción hidroeléctrica, el impuesto se calcula en función de la capacidad del embalse y la altura de la presa.

Propone una actuación tendente a la mejora del medio ambiente, cuando el daño es producido por una actividad industrial que utiliza agua embalsada. Se crea un impuesto que incide en la "correcta atribución de los costes a los generadores de los mismos, que actualmente son soportados por la colectividad, y con la expresa finalidad de paliar los efectos negativos que se producen", se explica en el documento.

En cuanto al impuesto sobre contaminación de las aguas, hay que recordar que a partir del 1 de enero del 2016, la comunidad asume todas las competencias para su gestión y recaudación, aunque hasta que el Instituto Aragonés del Agua cuente con una estructura suficiente tendrá que contratar alguna empresa que se encargue de la gestión. También se pasa a recaudar el impuesto en Zaragoza. Y está previsto introducir más adelante en el proyecto de presupuestos y la correspondiente Ley de Acompañamiento una bonificación del 60% para todos los municipios que han hecho depuradoras con sus recursos propios. Una vez descontada esta bonificación, Aragón obtendrá unos 12 o 14 millones de ingresos adicionales por la incorporación de Zaragoza al sistema.

El nuevo impuesto sobre elementos fijos de alta tensión tiene por objeto gravar la concreta capacidad económica que se manifiesta en la generación de afecciones e impactos ambientales y visuales en el entorno natural de la comunidad. La base imponible del impuesto estará constituida por los kilómetros de tendido eléctrico en redes de capacidad igual o superior a los 220 kilovatios. La cuota tributaria del impuesto resulta de aplicar un tipo de gravamen de 700 euros por cada kilómetro de tendido eléctrico. Se lograrán unos ingresos de 1,5 millones al año.

Por último, el impuesto sobre las instalaciones de transporte de cable afecta sobre todo a las estaciones de esquí. El Gobierno PP--PAR lo suprimió hace cuatro años nada más llegar al Pignatelli. El nuevo Ejecutivo de Javier Lambán lo retoma ahora aunque con una recaudación modesta: 1,5 millones que contribuirán al objetivo final: alcanzar los 100 millones de ingresos por año a partir del próximo año.