El Gobierno de Aragón, tras la adjudicación de los nuevos pliegos del servicio de gestión educativa de los centros de menores de Aragón, insiste en que la plantilla de educadores "no sufrirá cambios" en cuanto al número de profesionales "ni tampoco" modificaciones en sus condiciones laborales.

De este modo, la Administración apunta a la "subrogación obligatoria" que tiene que asumir con los actuales profesionales --30 en plantilla fija-- la empresa gestora, que volverá a ser la Fundación para la Atención Integral del Menor (FAIM) después de que esta rebajara en un 7,5% la oferta de la licitación publicada por la DGA.

"El convenio colectivo estatal de centros de menores recoge como obligatoria la subrogación de todo el personal y en las mismas condiciones. En el nuevo pliego, se solicitan 26 educadores, que ha sido siempre la plantilla histórica, pero la empresa FAIM gestionó durante los cuatro últimos años el Centro de Observación y Acogida (COA) con 30 contratados, por lo que esa cifra se va a mantener porque es obligación legal", apuntó Javier Ferrer, jefe del servicio de atención atención a la infancia y la adolescencia de la DGA.

LA ASISTENCIA FAIM, quien también gestionará la residencia de adolescentes Juan de Lanuza y las de menores de Salduba y Medina Albaida, controlará nuevamente el COA 1 --niños de 6 a 13 años-- y el COA 2 --niños entre 14 y 17 años-- por una adjudicación de casi 3 millones de euros, sin IVA. "Está garantizada una buena asistencia a los niños, no va a haber problemas ni tampoco cambios que perjudiquen a los menores", añadió Ferrer, quien aseguró "no entender" la huelga simbólica de la plantilla de educadores --con servicios mínimos del 100%-- alegando recortes.

"Todo se mantiene. No es cierto que por las noches se quede una sola persona con los niños. Hay cuatro educadores todas las noches para 20 chavales. Y, además, hay un teléfono de guardia, con el director y el subdirector disponible en cualquier momento", apuntó.

Ferrer explicó que el hecho de que ahora sea FAIM quien vaya a comprar el material o la ropa y no la Administración, como hasta ahora, es "una cuestión de practicidad y no un recorte", dijo. "El director del centro era el encargado de las compras y había un maremagnum administrativo, de mucho jaleo de facturas. Por operatividad pura y dura se decidió sumar estos gastos al contrato con la empresa", argumentó el jefe del servicio de atención atención a la infancia y la adolescencia en Aragón, quien añadió que la licitación quedó en manos de FAIM porque "la rebaja que hicieron era considerable respecto a lo que nosotros establecimos después de hacer una memoria completa, con todos los gastos", apuntó.

Por último, Ferrer transmitió "tranquilidad" a las familias de los menores. "Muchas nos han preguntado, pero recalco que la atención está garantizada".