El presidente de Aragón, Javier Lambán, y el líder de IU en la comunidad, Álvaro Sanz, acordaron ayer el mecanismo para evaluar el grado de cumplimiento de los acuerdos que llevaron a la formación a aprobar los presupuestos de este año, que será en una mesa de seguimiento que se reunirá cada tres meses. Ese es uno de los asuntos que destacó Sanz tras su primera reunión con el presidente desde que fue elegido coordinador general de IU Aragón, en la que también le ha advertido de las consecuencias que puede tener que el PSOE se alíe con los grupos de la derecha en el Ayuntamiento de Andorra para desbancar a la alcaldesa de IU, Sofía Ciércoles.

En ese aspecto, Sanz emplazó a Lambán a hacer los trabajos internos que sean necesarios para resolver la crisis de gobernabilidad que atraviesa el ayuntamiento, pendiente de que pase el tiempo para la aprobación de los presupuestos de no prosperar la moción de confianza que presentó la alcaldesa porque el PSOE votó en contra de las cuentas. «Le hemos advertido, evidentemente, de que el PSOE no puede apoyarse jamás en la derecha ni apoyar a la derecha para desbancar un gobierno de izquierdas» y si así fuera, enfatizó Sanz, supondría «un antes y un después» en las relaciones entre ambas formaciones y la posición política de su partido «no será la misma».

Respecto a Andorra, también pidió a Lambán que la alcaldesa tenga «línea directa» y haya colaboración con las gestiones que se hacen para mantener abierta la central térmica, en especial sobre los planes de desarrollo alternativo y atracción de empresas, dado el «fracaso» de las políticas de reconversión que se han llevado a cabo.

En cuanto al seguimiento de los acuerdos presupuestarios, Sanz transmitió a Lambán la preocupación de IU en torno a las obras del nuevo hospital de Alcañiz y la exigencia de garantías para que el comienzo sea no más tarde de septiembre, y así se lo ha garantizado el presidente, aseguró.