La DGA no rebajará el precio de las colonias de verano para alumnos de educación especial, a pesar de su compromiso inicial con este colectivo. Así se lo trasladó ayer a las familias el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), al que había derivado el asunto el Departamento de Educación, cuyo director general de Política Educativa, Manuel Magdaleno, se reunió con los padres hace escasos días.

El IASS apeló al previsible cambio de gobierno para advertir la imposibilidad de acometer una reducción de los 150 euros semanales que tienen que pagar las familias de niños de educación especial por dejar a sus hijos en el colegio en verano participando en el programa Abierto por vacaciones.

Los representantes del Gobierno vincularon su salida del Ejecutivo con la inviabilidad de firmar una orden que, según aseguraron, ya estaba diseñada. El IASS apeló a una partida de 1,3 millones de euros dividida en tres partes procedente del ministerio para explicar que una de ellas iba a estar destinada a este asunto, pero que será el próximo director general del IASS el que decida y, si está de acuerdo, se le devolvería el dinero a este colectivo, aunque esto tampoco está garantizado. Así, estos niños volverán a pagar más del doble que los de centros ordinarios --60 euros-- para acceder al programa este verano.

MÁS DE MIL EUROS Los padres de estos niños deben asumir, en algunos casos, un desembolso superior a los 1.000 euros --incluyendo la fisioterapia en los casos que la necesitan-- durante todo el mes de julio y los días de junio desde el fin de las clases para que sus hijos puedan disfrutar de estos campamentos de verano en los propios centros --la cantidad semanal ha pasado de 75 a 150 euros en apenas tres años--. Por ello, las asociaciones de padres de los cuatro colegios zaragozanos de Educación Especial se unieron para exigir ayuda a la Administración, que ha reducido el presupuesto destinado por la DGA al programa.

En la actualidad, Educación destina 90.000 euros al Abierto por vacaciones y asume el 60% de su coste, pero el 40% restante deben abonarlo las familias de niños discapacitados. Los alumnos de centros ordinarios no disfrutan de esa subvención, pero el desembolso es considerablemente inferior. "La primera discriminación viene por el hecho de considerar el programa Abierto por Vacaciones para los alumnos con discapacidad bajo los mismos parámetros que en el caso de la educación ordinaria", lamentan las familias de estos niños.