La Corporación Empresarial Pública de Aragón (CEPA) no prevé una disminución «sensible» del numero de empresas del grupo ni de los empleados. Esta es la principal conclusión que expuso el consejero delegado de la corporación, Félix Asín, que ayer presentó en Las Cortes el plan estratégico de la corporación 2016-2020 tras la reestructuración acometida.

Lo hizo durante una comparecencia ante la comisión de Economía de las Cortes a petición de Ciudadanos para dar cuenta de este proyecto, aprobado por el consejo de administración de la CEPA el 5 de octubre pasado. Este documento sirve de reflexión sobre la visión y los objetivos estratégicos en los que la empresa pública debe centrarse para ofrecer un mejor servicio público a la sociedad aragonesa, en un contexto de gran restricción presupuestaria.

El plan plantea una revisión de la estructura y del modelo del grupo empresarial público de Aragón, encaminado a que la actuación de la sociedad sea eficiente, tenga un alto valor y contribuya de forma clara y determinante al desarrollo de la comunidad autónoma, sus empresas y trabajadores.

Según Asín, se basa en tres líneas estratégicas: orientar y redimensionar el sector público a la prestación de servicios y generación de valor, implantar un modelo de gestión que contribuya a la eficacia y eficiencia de la acción pública empresarial y visibilizar la empresa pública prestigiando su impacto socioeconómico.

En cuanto a las acciones previstas, el plan prevé la puesta en marcha de grupos de trabajo sectoriales, la revisión de las directrices del grupo para dotar de criterios homogéneos de transparencia, recursos humanos y la comunicación a todas las empresas y armonizar las estructuras organizativas y mejorar los procesos de gestión.

La gran mayoría de estas acciones se acometerá con fondos propios de la corporación, pero hay algunos aspectos que se externalizarán o procederán de proyectos concretos y que se cuantifican en 1,3 millones de euros hasta el 2020.