El Gobierno de Aragón designó ayer a Patricia Jiménez Barceló como la número dos de la Oficina de Aragón en Bruselas, una sede que ahora mismo no tenía personal tras la renuncia, hace unas semanas, de su director, Emilio Gil Moya, y su asesora, Marina Sopeña. Jiménez es una joven licenciada en periodismo por la Universidad Complutense con másters y estudios de postgrado sobre política europea. Con todas sus raíces en la provincia de Teruel, actualmente ejercía su labor profesional en la empresa portuguesa de Uzina, como gestora de contenidos y cuentas.

Con el nombramiento oficial del Gobierno de Aragón, esta oficina de la comunidad autónoma en la capital europea ya vuelve a tener ocupación, a la espera de que en los próximos días se designe al nuevo director. El salario aproximado de la asesora será de 42.000 euros anuales.

Su nombramiento salió ayer en el Boletín Oficial de Aragón, pero también se hizo mención durante la comparecencia del director general de Relaciones Institucionales, Enrique Giménez, quien informó sobre política en materia de Acción Exterior, y destacó el trabajo realizado por su departamento ante la Comunidad de Trabajo de los Pirineos. «A pesar de la situación difícil y la enorme presión ejercida por el Gobierno central», aseguró estar «satisfecho», porque esta situación «nos podía hacer perder la autoridad de gestión». Una situación que «se arrastraba desde hacía dos años y para la que nadie había puesto reparo», y que provocó negociaciones «nada sencillas» para «no perder la capacidad de autoridad».