El Gobierno de Aragón lleva meses a la búsqueda de un inquilino que vuelva a dar vida a los antiguos juzgados de la plaza del Pilar de Zaragoza. Y entre sus objetivos parece tener uno más que preferido. Se trata de Zaragoza Logistic Center (ZLC), el instituto de investigación en materia de logística, promovido por el propio Ejecutivo autonómico en colaboración con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y que está adscrito a la Universidad de Zaragoza. Este lleva tiempo valorando alternativas de ubicación en la capital aragonesa para salir de la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) en busca de otro emplazamiento que mejore la movilidad y las posibilidades de alojamiento para los más de cien estudiantes, investigadores y profesores asociados a la firma.

El mayor hándicap de este edificio es la desproporcionada magnitud de espacio que ofrece. ZLC apenas necesita, según ha podido saber este diario, más de 1.500 metros cuadrados, y el inmueble, propiedad del Gobierno aragonés, ofrece más de 25.000. Pero tiene más. Otro de ellos es que su distribución de espacios, como sede judicial, no es fácilmente adaptable a las exigencias como las de ZLC. El pasado mes de diciembre estuvieron visitando el edificio junto a responsables de la Dirección General de Contratación, Patrimonio y Organización, dependiente de la Consejería de Hacienda que dirige Fernando Gimeno.

Ya entonces valoraron la oferta de la DGA como interesante por ser un acuerdo que permitiría instalarse en el corazón de la ciudad en régimen de arrendamiento. Ahora también paga un alquiler, dentro del edificio Nayade en Plaza. La diferencia, en este supuesto, sería que en su emplazamiento actual paga a Bantierra, propietaria de sus instalaciones, y en la plaza del Pilar se lo abonaría al Gobierno autonómico. Así, la Administración autonómica se pagaría a sí misma generando un ahorro de muchos miles de euros al año.

Pero el acuerdo no está cerrado todavía. De hecho, ya en la visita a las instalaciones, la directora de ZLC, María Jesús Sáenz, hizo constar que el importe de reacondicionar el edificio para los usos que requiere podrían hacer inasumible el traslado. Necesitarían, por ejemplo, un salon de actos que no tiene o diferentes salas de estudio que no tienen cabida en un bloque de oficinas lleno de despachos más bien pequeños. Pero todo está en el aire todavía.

Sobre todo porque la incorporación de ZLC al viejo edificio de los juzgados sería una más dentro de una llegada al centro de la ciudad de más usos universitarios y de centros adscritos al campus público zaragozano. En el caso de ZLC, han agilizado las conversaciones el hecho de que este instituto busque nueva ubicación en la ciudad.

Y no fue la única. Posteriormente, también acudieron a visitar el parque empresarial de la Expo, Dinamiza, un espacio que también gestiona la DGA a través de la sociedad Expo Zaragoza Empresarial que también está necesitado de inquilinos. Allí, la inversión inicial era inferior, lo que agilizaba el posible traslado, pero se desechó porque el precio del alquiler se consideró demasiado alto por parte de ZLC. Y desde la dirección general también se le propuso otro edificio en el centro, el de la antigua Escuela de Artes, junto a la plaza de los Sitios, pero este edificio, muy deteriorado y con demasiados metros cuadrados para las necesidades reales de su actividad, ni acudieron a visitarlo.

En el caso de los antiguos juzgados, el traslado de ZLC tiene otra ventaja añadida para la DGA: no requeriría de modificación urbanística. La calificación del suelo es para uso de equipamiento genérico, por lo que caben en él actividades formativas o de investigación --administrativas--, igual que en su día sirvió para el trasiego de jueces y abogados. Y, tal y como están las relaciones con el Gobierno municipal de Zaragoza en Común (ZeC), mejor para Gimeno no depender de favores de este tipo.