El Gobierno de Aragón ha interpuesto tres demandas judiciales contra la empresa Manzana Hoteles, que regenta o lo ha hecho hasta fechas recientes cuatro de las diez hospederías que componen la red de alojamientos creada por la Administración autonómica. Esta entidad mercantil ha sido llevada a juicio por no abonar, supuestamente, el canon anual correspondiente a los establecimientos de La Iglesuela del Cid, Illueca (castillo del Papa Luna) y del monasterio de Rueda, en Sástago.

La cantidad que paga la compañía por gestionar estos edificios de gran valor histórico y artístico depende de los ingresos que genera la actividad, tal y como recogen las cláusulas de los contratos firmados en su día con la Diputación General de Aragón, que asume los costes de mantenimiento.

«Con Manzana Hoteles tenemos problemas desde el primer día, desde el verano del 2014», explica Jorge Marqueta, director gerente de Turismo de Aragón, organismo autonómico que regenta la red de hospederías. El responsable de estos alojamientos precisa, sin embargo, que el resto de establecimientos (seis en total) «funciona razonablemente bien y presta un servicio más que aceptable».

CASOS DISTINTOS

Cada una de las cuatro hospederías que dependen de Manzana Hoteles presenta una situación diferente y, en algunos casos, confusa. Así, en el establecimiento del monasterio de Rueda, la concesionaria «abandonó tanto la parte histórica como la hotelera» tras la movilización del personal, que reclamaba su subrogación por parte de la Administración autonómica.

«La DGA ha recuperado las llaves del edificio y ahora estamos en un proceso de limpieza y mantenimiento de la parte patrimonial, pues se trata de un monasterio con 800 años de antigüedad que requiere muchos cuidados, empezando por la retirada de los excrementos de paloma», señala Marqueta. Esta hospedería no se abrirá de momento, añade.

En cuanto a las de Illueca y La Iglesuela del Cid, el contrato terminó el pasado 20 de julio, pero la empresa no ha dejado las instalaciones y sigue explotándolas «sin título jurídico alguno». La situación del castillo de Papa Luna es la más extraña. «El establecimiento está cerrado desde hace poco, pero no sabemos si están de vacaciones o qué pasa», manifiesta el gerente de Turismo de Aragón. En cualquier caso, no consta que la empresa se haya ido.

Con respecto a San Juan de la Peña, el contrato no acaba hasta el 18 de mayo del 2018 y Manzana Hoteles sigue llevando la instalación, «pese a que no paga el canon». Tampoco se abonan los suministros (de agua y luz), con lo que, al igual que sucede con las otras tres, «existen otros acreedores» además de la DGA.

Las tres demandas interpuestas buscan que la DGA recupere la plena posesión de los edificios. El asunto está en manos de la Justicia y se trata de que, en el futuro, pueda encontrarse una solución al margen de esta empresa con sede social en Valencia y que está en concurso de acreedores.

Por este motivo, los contactos con el grupo hotelero, que nació como inmobiliaria y derivó hacia la hostelería, se hacen a través del administrador concursal puesto al frente del conglomerado por la autoridad judicial.

Para la DGA, la recuperación de estas hostelerías no es solo una cuestión económica. «El daño que están haciendo a la imagen de marca de nuestra red de establecimientos es brutal», lamenta Marqueta. «Hemos recibido muchas quejas de esas hospederías concretas y tenemos que salir en defensa de las que funcionan bien para que no se resienta su prestigio», apunta. «Nos duele lo que está pasando porque las otras seis hospederías están haciendo un buen papel y, en muchos casos, las gestionan pequeñas empresas familiares que se esmeran mucho», insiste.