El Gobierno de Aragón es propietario de 1.556 obras y piezas de valor histórico-artístico, que forman parte del patrimonio público. El origen de la adquisición de estas obras es diverso, aunque la mayor parte, 813 de ellas, lo que supone el 52% del total, son donaciones de particulares. Otro paquete importante es el que está formado por adquisiciones onerosas, es decir, por obras adquiridas y pagadas por el Gobierno de Aragón al considerar que su compra es relevante para el interés público. Este paquete supone el 38,4% del total y son 598 bienes.

Ya menos relevantes son las cesiones de patrimonio (112, un 7,2% del total), lo entregado como pago por el Impuesto de Sucesiones (30 casos, un 1,93%) y, prácticamente simbólicas, son las adquisicones por atribución de ley (2) o por adjudicación judicial (un caso, concretamente una tabla medieval denominada La resurrección de Cristo del autor Pedro García de Benabarre y que un juez ordenó en el 2014 que fuera entregada a Aragón).

Por categorías, la pintura es lo que más abunda dentro de la colección integra del patrimonio público aragonés, siendo prácticamente el 71% del total (1.099 obras). Destacan obras de Goya, Julia Dorado, Bayeu o Giaquinto, y casi todos los autores aragoneses contemporáneos. De Beulas a Broto, Antonio Saura, Pepe Cerdá o Vicente Pascual (en este último caso, como pago del impuesto de Sucesiones, al igual que sucede con obras de Santiago Lagunas).

En menor medida, destacan los lotes de arqueología, con 175 bienes, la mayor parte de ellos donados por el museo Juan Cabré de Calaceite.

FONDOS BIBLIOGRÁFICOS

Otros bienes de valor histórico-artístico que tiene el Gobierno de Aragón son esculturas, fondos bibliográficos (destaca la biblioteca del profesor Federico Torralba, así como su colección única de arte japonés dada como pago de Sucesiones, o la donación efectuada por el poeta Ánchel Conte, así como la que realizó el año pasado la familia infanzona de los Ruiz de Azagra o el archivo histórico de la CAF, también donado por la empresa). Asimismo, destaca la adquisición, el año pasado, de 66 cartas manuscritas de la Corona de Aragón, y que salieron a subasta en una galería de arte. Otras piezas que posee son un mueble bargueño y una secretería-escribanía. Asimismo, dentro de las piezas de numismática, destaca la adquisición de varios ducados y florines medievales.

Este es el último inventario realizado por la unidad de Patrimonio del Gobierno de Aragón, responsable de velar por los bienes públicos que forman parte de las colecciones de la comunidad autónoma. Entre las grandes colecciones, destaca la de Pilar Citoler, Circa XX, una serie de obras pictóricas que fue adquirida, no sin cierta polémica, durante el Gobierno de Luisa Fernanda Rudi, y que forma parte ya del patrimonio público aragonés.