El impuesto del cable, que grava la actividad de las estaciones de esquí del Pirineo, no se aplicará tampoco este año, con lo que se prorroga la moratoria aplicada a esta tasa que se derogó en el 2012 y volvió a entrar en vigor en el 2016.

Así lo ha decidido la Administración autonómica, que calcula que el impuesto supondría unos ingresos anuales de 1,5 millones de euros, según Radio Huesca.

El anuncio, hace dos años, de la aplicación de la tasa a las estaciones de esquí, generó una oleada de críticas por parte de las instituciones comarcales y por el sector de la nieve.

El impuesto se creó en el año 2005 y fue recurrido sin éxito por las estaciones. Su objetivo es gravar las afecciones creadas por los medios de transporte utilizados por los esquiadores para desplazarse por los centros invernales, que tienen un gran impacto en el entorno natural.