El plan director que el Gobierno de Aragón ha presentado hoy sobre el castillo de la localidad turolense de Albalate del Arzobispo pretende ser un documento de referencia para la redacción de los futuros proyectos de intervención en el espacio, que servirán para relanzar el monumento como referencia turística de primer orden.

El plan, apuntan fuentes del Ejecutivo autonómico, recoge inversiones por alrededor de 2,4 millones de euros a realizar en los próximos años, entre ellas intervenciones en su fortificación islámica, en la terraza, en la torre, en el patio de armas y la plaza de toros, en sus distintas salas o trabajos en la instalación eléctrica y saneamiento.

El monumento, una de las joyas del gótico aragonés, es propiedad del Ayuntamiento de Albalate y su uso queda reservado a actos civiles y culturales, además de estar abierto a las visitas turísticas.

El plan director ya fue aprobado por la comisión de Patrimonio de Teruel y ha sido redactado por el equipo dirigido por los arquitectos Marta Clavería Esponera y Miguel Ángel Laurenzana, aunque en él han participado también otro arquitecto, un arqueólogo, una restauradora y una historiadora.

La primera actuación, las obras de restauración del muro islámico, será sufragada por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte, que invertirá 60.000 euros en estos trabajos, ahora mismo en fase de adjudicación.

El plan director incluye asimismo un plan de uso de la infraestructura, otro de conservación y otro de difusión.

El castillo de Albalate del Arzobispo está considerado Bien de Interés Cultural desde 2006 y desde ese año, el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de la localidad han promovido diferentes fases para su restauración.

En los últimos diez años, se han invertido en él casi 250.000 euros, más de la mitad de ellos en la presente legislatura.

La consejera de Educación y Cultura, Mayte Pérez, ha aplaudido este plan director por lo que supone no solo como una manera de profundizar en la historia, sino también por el valor añadido que tiene a través del turismo. “Hoy estamos ante uno de los pasos fundamentales que marcarán el devenir de un espacio histórico y necesario para la provincia, la comarca y este municipio”, ha asegurado, según las fuentes.

Este plan director ha podido financiarse gracias a las subvenciones que reciben los parques culturales, como una manera de favorecer el desarrollo de los municipios que los integran.

En concreto, el del Río Martín se articula en torno al tramo medio del río, donde a lo largo de los cañones y barrancos se agrupan más de cuarenta abrigos con arte rupestre prehistórico, principal eje vertebrador del Parque.

A ellos se unen importantes monumentos mudéjares, poblados y fortificaciones ibéricas, castillos, conjuntos histórico-artísticos, ermitas, neveras, lavaderos tradicionales, hornos de alfareros, hornos de enebro, así como un rico patrimonio geológico -la Sima de San Pedro o Peñas Royas-, paleontológico y una gran variedad de especies protegidas de fauna y flora (por ejemplo, los observatorios de rapaces en el comedero de buitres de Alacón o el humedal en la cola del embalse de Cueva Foradada).

Aragón fue la primera comunidad autónoma que reguló por ley la figura de los parques culturales, que después ha sido reproducida en todo el país.