El Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón está trabajando en la limpieza de las zonas afectadas por el desplome de árboles provocados por el temporal de nieve registrado del 9 al 13 de abril en las Sierra de Albarracín y Pelarda, y así evitar el peligro de proliferación de plagas y de incendios forestales.
En la Comarca Sierra de Albarracín los daños se encuentran en unas 1.870 hectáreas de los montes de utilidad pública de los términos municipales de Orihuela, Albarracín, Guadalaviar, Griegos, Noguera de Albarracín y Bronchales, según informó el Ejecutivo en un comunicado.
Mientras, en la comarca del Jiloca los daños se concentraron en unas 810 hectáreas de los montes de utilidad pública de Bea, Fonfría, Calamocha y Torrecilla del Rebollar.
El director general de Gestión Forestal, Caza y Pesca del Gobierno de Aragón, Ángel Berzosa, visitó el jueves las zonas afectadas, en compañía del director del Servicio Provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad de Teruel, Héctor Palatsi, y el diputado de Desarrollo Rural en las Cortes de Aragón, Herminio Sancho, para después reunirse con los alcaldes de los municipios afectados.
Los trabajos han consistido en la apertura de pistas y caminos forestales, según añade el comunicado, para poder asegurar la accesibilidad y transitabilidad por los montes.
En segundo lugar, los ingenieros han planificado las distintas actuaciones de retirada del arbolado, de forma que se están tramitando los correspondientes aprovechamientos forzosos de los árboles con valor comercial, señalados previamente por parte de los agentes para la protección de la naturaleza, continúa la nota.
CUADRILLAS / En el caso se árboles sin valor comercial se actuará por medio de las cuadrillas de prevención y extinción de incendios. Además, recoge el mismo comunicado, se espera que pronto la humedad del suelo pueda permitir la entrada de la maquinaria necesaria para la retirada de la madera sin que se produzcan daños considerables en el suelo.
Se calcula que las tormentas de nieve caídas en las sierras de Albarracín y Pelarda ocasionaron la caída de más de 20.000 árboles, en su mayoría pinos. Muchos de ellos quedaron atravesados en caminos que ahora son intransitables.
