Aragón puso en marcha el pasado año un plan de inspección turística que en este primer ejercicio ha dejado 17 denuncias contra diversos negocios relacionados con el sector. La mayoría ha sido hoteles y hostales y casi todos ellos en la provincia de Huesca. Estas faltas en general están relacionadas con el ejercicio de una actividad no declarada o cuando se ofrece un servicio diferente al ofertado.

El objetivo de este programa ha sido unificar la interpretación de la normativa de aplicación y buscar irregulares en materia turística. Satisfechos con los resultados, el Gobierno de Aragón ha publicado esta semana las directrices que regirán las inspecciones en la nueva temporada, poniendo el acento en dos cuestiones concretas: hacer frente al intrusismo y mejorar la accesibilidad

La directora general de Turismo, Marisa Romero, detalló que, en total se han realizado 1.217 inspecciones que suponen «un buen trabajo para velar por la calidad de los servicios de alojamientos que se prestan en Aragón». A estas inspecciones también habría que sumar las realizadas por las comarcas a los alojamientos y servicios del sector que dependen competencialmente de ellos.

Por provincias, Huesca ha sido la que ha recibido mayor número de visitas de los inspectores, prestando especial atención para que se cumplan las normas en hoteles, apartamentos turísticos, agencias de viajes, viviendas de uso turístico, oficinas de turismo y empresas de turismo activo.

Sobre la nueva orientación del control administrativo, Romero asume que tratan de seguir «una de las reclamaciones del sector», por lo que buscarán poner freno a la competencia desleal, algo que sobre todo tiene que ver con la oferta de viviendas para uso turístico de forma ilegal. En este sentido, desde que entró en vigor el decreto que regula este tipo de establecimientos a mediados del 2015, se han incluido e inspeccionado 638 viviendas de uso turístico que ofertan un total de 3.974 plazas. El 67% de ellas se encuentran ubicadas en las comarcas altoaragonesas.

BARRERAS ARQUITECTÓNICAS

El sector turístico genera ingresos y puestos de trabajo en la comunidad aragonesa y es un fuerte componente en el desarrollo rural para mantener y fijar la población. Algunas zonas se han visto revitalizadas gracias a esta actividad y el auge de las viviendas rurales, pero hay que tener en cuenta que no todas cumplen la normativa.

Avanzar en cuestiones de accesibilidad es otro de los vectores que se ha trazado el departamento de Turismo. Siguiendo la legislación en materia de barreras arquitectónicas se controlará que a finales de año la mayoría de los negocios permitan la entrada de personas con limitaciones en su movilidad.

Respecto al resultado de la campaña pasada, el Gobierno de Aragón destaca el bajo número de establecimientos en cifras absolutas en los que se ha tenido que actuar de oficio por haber detectado prácticas incorrectas.

La directora general de Turismo reconoce que el plan ha sido «muy positivo» y que ha permitido al Ejecutivo «comprobar que el sector aragonés cumple con la normativa vigente de manera mayoritaria».

Además, recuerdan que las faltas leves que no llegan a motivar una denuncia son «subsanadas en la mayoría de los casos en un breve plazo de tiempo». Las faltas leves suelen estar relacionadas con falta de limpieza, necesidad de mantenimientos o falta de elementos identificativos.