El Gobierno de Aragón aportará ayudas a los afectados por el derrumbe de una ladera en el barrio alcañizano de Pui Pinos y se complementarán con las del Estado. Así lo afirmó ayer, el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, en el Pleno celebrado en las Cortes. Además, aserveró que el Gobierno de Mariano Rajoy debe hacer «lo que tiene que hacer».

Guillén aseguró que la comunidad «participará» en la concesión de ayudas junto con el Gobierno de España, la Diputación y el ayuntamiento e indicando que un precedente en otro sentido obligará a actuar igual en sucesos posteriores.

También incidió en que «queremos ayudar tanto al Ayuntamiento como a los vecinos» y que el Ejecutivo regional está pendiente de que el Gobierno de España «dé el paso» para compensar a los afectados.

El consejero recordó que el delegado territorial del Gobierno de Aragón en Teruel, Antonio Arrufat, se visitó el lugar del incidente dos días después y el consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, 20 días más tarde. Guillén contactó por teléfono con el alcalde de Alcañiz, Juan Carlos Gracia, ese mismo día.

El consejero señaló que los afectados tienen la sensación de que la DGA está a la espera de lo que haga el Gobierno estatal, tras la intervención de la diputada del PAR, Berta Zapater, en la que preguntó si tomaría medidas.

Zapater criticó que el Gobierno de Javier Lambán no se trasladó con «inmediatez» cuando se produjo el derrumbe y exigió que esté «a la altura» y no se quede «impasible, parado».

Ramiro Domínguez, de Ciudadanos, lamentó que las Administraciones prometieron «el oro y el moro», pero no se han llevado a término las ayudas, e instó a asegurar el cerro y ayudar a las familias a recuperar los enseres perdidos y arreglar las viviendas. «Mójese, señor Guillén», concluyó Domínguez.