La Dirección General de Tráfico (DGT) incrementa esta semana la vigilancia sobre autobuses destinados al transporte escolar, que es utilizado por 230.000 alumnos diariamente en sus desplazamientos de ida y vuelta a los centros escolares.

Se trata de una campaña especial en la que entre hoy y el viernes los agentes verificarán el uso del cinturón de seguridad, las autorizaciones y los documentos tanto del vehículo como del conductor, los tiempos de conducción y descanso y la velocidad y controlarán el consumo de alcohol y de drogas.

En 2015 veintisiete autobuses escolares, catorce en vías interurbanas y trece en urbanas, se vieron implicados en accidentes en los que resultaron heridos nueve ocupantes, informa la DGT.

La DGT aclara que aunque es un medio de transporte seguro, tal y como muestran las cifras de siniestralidad vial, necesita una especial vigilancia debido a la vulnerabilidad de sus pasajeros y a las vías por las que suele circular, en su mayoría carreteras convencionales.

"Este tipo de transporte, muy sensible a los accidentes por la trascendencia que tienen y por la edad de los afectados, goza de una seguridad mayor que otros medios", manifiesta en un comunicado el director general de Tráfico, Gregorio Serrano.

Añade que para conservar el actual nivel la DGT seguirá desarrollando "campañas de concienciación que mantengan alerta a usuarios, conductores, padres y colegios".

Entre otros aspectos administrativos y técnicos, los agentes controlarán que los conductores circulan a la velocidad permitida y que no hacen uso del teléfono móvil o de otros aparatos que supongan distracción ya que ambos factores son las principales causas de los accidentes en los que están implicados estos vehículos.

También se incrementarán los controles de alcohol y drogas entre los conductores, así como el uso de los cinturones de seguridad en aquellos autobuses que los lleven instalados, actualmente más del sesenta por ciento.

Según diversos estudios, el uso de un sistema de seguridad en autobuses reduce las lesiones mortales en un 90 por ciento en caso de choque frontal o de vuelco ya que correctamente abrochado evita la proyección del pasajero y reduce los impactos en el pecho, en el abdomen y en las piernas.

Desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención.

Según un estudio elaborado por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil sobre accidentalidad de vehículos dedicados al transporte escolar, la gran mayoría de ellos ocurren en vías convencionales, el tipo de accidentes más frecuente es la colisión fronto-lateral y los factores concurrentes más habituales son la distracción y la velocidad inadecuada.

La DGT recuerda que los menores deben saber que no hay que pararse nunca detrás del autobús, que deben esperar la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante; que dentro del autobús deben mantenerse sentados y con el cinturón puesto, que no deben correr ni al llegar al autobús ni al salir y que deben obedecer al conductor y al monitor.