Todos los turolenses tienen su opinión particular sobre los hospitales de la ciudad. Sobre el que existe (el Obispo Polanco o la Residencia, como se conoce popularmente) y sobre el que aún no existe. Del primero, construido en 1953, casi todos piensan que se ha quedado viejo y anticuado. Pero en el caso del segundo empiezan las discrepancias.

"Hace años que se hacen arreglos en el Obispo Polanco y que se crean zonas nuevas, pero creemos que ya ha dado todo de sí y que hace falta un nuevo hospital", opinan dos limpiadoras del centro sanitario, junto a la resquebrajada rampa de acceso a la entrada principal. Es más, añaden, "a temporadas se queda pequeño, sobre todo con una población tan mayor, y hay que derivar pacientes al hospital de San José".

"Hace falta, está claro", dice Carmen Civera, celadora, en relación al futuro hospital de El Planizar, nombre que recibe una meseta al norte de la ciudad, cerca de la autovía Mudéjar, que ha resultado ser propensa a los temblores de tierra. "Pero las pegas del peligro sísmico tendrían que haberse descubierto antes para hacer el proyecto de una sola vez y no tener que rectificar", opina.

Cuestión de fallas

"Creo que hace falta un nuevo hospital", afirma Carmen, también del gremio de la sanidad. "El Obispo Polanco es tan antiguo que ya no es fácil adaptarlo a los cambios que requiere la atención médica en la actualidad", añade.

Como muchos turolenses, Carmen no sabe si El Planizar es un lugar peligroso, pero recomienda a los gobernantes que tengan en cuenta el parecer de los geólogos.

Para María José Sánchez, que trabaja en la Residencia pero en el colectivo de personal no sanitario, hay que descartar El Planizar para construir la nueva infraestructura. "Si no es un sitio adecuado, habrá que buscar otro, esa es la solución", apunta.

Asun Vicente, ama de casa, piensa como ella. "Si es cierto lo de la falla, se cambia de sitio directamente", dice, "pero que no se pierda tiempo para construirlo".

Beatriz, administrativa, está desilusionada con la clase política. "Espero que no lo hagan para que así nadie meta el cazo", afirma. En su opinión, la Residencia no está saturada y defiende que existen "otras prioridades".

El jubilado Florencio Asensio tiene un punto de vista que está en las antípodas del de Beatriz. "No sé qué sitio es mejor, pero el nuevo hay que hacerlo", zanja.

Para José Pomar, también retirado, la polémica sobre la idoneidad del Planizar es totalmente gratuita. "Hagas donde hagas el hospital, estará a 500 metros de una falla", explica este turolense que se ha informado de la ubicación de las grietas que recorren el subsuelo de la ciudad. "El problema", precisa, "es que habrá que hacer accesos", una obra presupuestada en 7 millones.

En cambio, Saturnino Blasco, un habitante del Rincón de Ademuz, cree que hay que seguir buscando un mejor emplazamiento. "Estamos en un territorio donde se producen terremotos, hay que tomarse en serio los estudios científicos", mantiene.

A Antonio Pérez, además, le consta que Nostradamus profetizó que Teruel sería tragada por la tierra. "Claro que hay terremotos", subraya. "En los años 90 hubo uno fuerte y no hace mucho se sintió otro en el barrio de San Blas", advierte.