La Diócesis de Barbastro-Monzón sopesa la posibilidad de interponer ante un tribunal aragonés la demanda civil que tenía previsto inicialmente plantear en un juzgado de Lérida para reclamar la devolución de las 113 piezas del patrimonio histórico de sus parroquias que permanecen retenidas en el museo de la capital leridana.

Así lo ha confirmado, en declaraciones a Efe, el representante legal de la diócesis altoaragonesa, el letrado Joaquín Guerrero, que se encuentra a la espera de completar documentación diversa referidas a las piezas y a sus legítimos propietarios para presentar la demanda.

El abogado ha asegurado que el texto de la demanda ya está ultimado, y que su presentación formal en el juzgado se llevará a cabo, previsiblemente, a finales de este mes.

La pertenencia de varias de los bienes reclamados a monumentos nacionales, las catedrales de Roda de Isábena y la de Monzón, y su consideración como bienes inmuebles indivisibles del conjunto protegido es la razón que valora el letrado a la hora de plantear su reclamación en un juzgado de Barbastro.

En principio, desde la Diócesis de Barbastro se había optado por plantear la acción legal en Lérida al estar en esta población las partes demandadas, el museo y su patronato gestor, aunque la adscripción de varios de los bienes a monumentos nacionales ha hecho sopesar la opción de un tribunal aragonés.

Una opción que valora Joaquín Guerrero tras los diversos contactos mantenidos con el letrado del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena, Jorge Español, quien, ha añadido, se ha brindado a cooperar en la reclamación civil en defensa de la recuperación de los bienes de las parroquias de la Franja Aragonesa.

Según Guerrero, que no ha disimulado su preferencia por un juzgado aragonés, "independientemente del lugar donde se presente la demanda, lo importante es ir bien preparados y confiar en la justicia".

El letrado se encuentra a la espera de la llegada de los poderes de las parroquias y de la documentación referida a la consideración de las catedrales de Roda y Monzón como monumentos nacionales para interponer la demanda.

Una vez presentada la demanda e iniciado los trámites procesales, Guerrero confía en que la Diócesis de Lérida, que depositó las piezas reclamadas en el museo, donde un consorcio integrado por la Generalitat y el ayuntamiento de la ciudad los mantiene retenidos, se retire de la causa.

En un reciente acto de conciliación previo a la presentación de la demanda, el obispo de Lérida, Salvador Giménez, admitió que las piezas reclamadas eran de las parroquias aragonesas, pero incidió al tiempo en que estaban catalogados y bajo la tutela del consorcio museístico.

Estos bienes permanecen en Lérida 22 años después de la integración de las parroquias de la zona oriental de Aragón en la Diócesis de Barbastro y tras tres sentencias del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica que reconocen la propiedad aragonesa de las piezas reclamadas.

Resoluciones que fueron recurridas reiteradamente y sin éxito por el Obispado de Lérida en otras instancias vaticanas como el Tribunal de la Rota y la Congregación de Obispos de Roma.

Una orden de devolución, por otra parte, que los sucesivos obispos de Lérida han asegurado no poder cumplir al estar los bienes incluidos en el patrimonio histórico de Cataluña y bajo la referida tutela.

Los bienes reclamados fueron catalogados en 1999 por la Generalitat, cuatro años después de producirse la integración en la diócesis altoaragonesa de las parroquias de la Franja adscritas a la de Lérida, y posteriormente por el Gobierno aragonés, decisión que fue recurrida por la administración catalana pero confirmada finalmente por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.