Un vecino del barrio zaragozano de Miralbueno pide dos años y medio de prisión para el hombre al que acusa de haber abusado sexualmente de él en su domicilio, al que le habría atraído a base de ir haciéndole regalos. La víctima, que padece una discapacidad mental del 68,5%, solicita además al acusado, F. M. P., una indemnización de 5.000 euros por los daños morales sufridos por el incidente.

Según el escrito de acusación recientemente presentado por su abogado, el penalista José Cabrejas, el acusado abordó a la víctima por la calle, en septiembre del 2016, y entabló una conversación con él que finalizó en casa del hombre. En aquella primera ocasión le obsequió con un balón de fútbol y le dijo que si quería más regalos quedarían en un estanco del barrio por la tarde.

Fueron quedando y, en diciembre, en otra visita a su casa, le hizo otro regalo, una cadena para el cuello.

En la siguiente visita al domicilio, a mediados de enero de este año, el hombre volvió a llevar al discapacitado a su casa, pero en aquella ocasión le dijo directamente que se tumbara en la cama, le bajó la cremallera del pantalón y comenzó a masturbarle.

Según el escrito, el discapacitado, «asustado y atemorizado», le dijo que le dejara en paz y se fue del domicilio.

COMPORTAMIENTO /A raíz de estos hechos la víctima cambió de comportamiento, lo que junto a los regalos que no explicaba de dónde salían, llevó a su familia a preguntarle qué le pasaba, hasta que confesó los hechos. Ya ante la Policía Nacional, la víctima fue clara en su exposición de los hechos y señaló sin ningún género de dudas al hombre que había abusado sexualmente de él.

La acusación particular incide en la discapacidad intelectual de la víctima, que le impide prestar el consentimiento necesario para mantener estas relaciones. El juicio tendrá lugar en un juzgado de lo Penal de Zaragoza, próximamente.

IDENTIFICACIÓN //Después de que estos hechos fueran denunciados, y ante la clara identificación del presunto autor, F. M. P. fue detenido el pasado mes de enero y ante la Policía Nacional negó con rotundidad haber abusado de la víctima, de la que, además, dijo no conocer de nada.

El acusado, en su defensa, explicó, entre otras cosas, que difícilmente pudo llevarle a su domicilio porque allí vive con su familia y con su suegra, que está postrada en una silla de ruedas, que no puede dejar la casa sin ayuda y por ello resulta difícil que ambos pudieran estar solos en la vivienda para poder perpetrar los hechos que se le imputan .