En el año 2008, el Ayuntamiento de Zaragoza puso en marcha un servicio de puntos limpios móviles, es decir, un camión que recorre todos los barrios de la capital aragonesa y en el que la gente puede depositar basura no orgánica. Con su implantación, el consistorio facilitaba a las personas que, por diferentes razones no podían acudir a los puntos fijos, su labor de reciclaje de residuos domésticos. A pesar de que fue una iniciativa muy bien recibida hace cuatro años, no todos los vecinos están satisfechos con su funcionamiento.

Los convoyes siguen una ruta establecida y estacionan en paradas "perfectamente identificadas en la vía pública", como informaron fuentes municipales. En la actualidad, hay 41 paradas y, cada una de ellas, tiene unos días y unos horarios fijos de recogida para "facilitar el hábito de reciclado". Se pueden arrojar envases que hayan contenido colas, barnices, disolventes, insecticidas o pinturas, también lámparas fluorescentes, pilas, aceite vegetal doméstico, residuos electrónicos de pequeño tamaño y ropa usada.

Solo durante el 2011, el consistorio recogió por esta vía 39.434 litros de aceite vegetal, 326 metros cúbicos de ropa, 312 de electrodomésticos, 8.072 kilogramos de fluorescentes, 577,22 de envases metálicos, 384,32 de plásticos, 343 kilos de aerosoles y 3.060 litros de pilas.

Para los vecinos, supone una buena manera de facilitar su reciclaje, no obstante, las opiniones son contradictorias. Según Rafael Tejedor, presidente de la Asociación de Vecinos Tío Jorge del Arrabal, el servicio, "aun siendo bueno", tiene cuatro problemas. Entre ellos, el representante del colectivo vecinal enumera "la falta de información y que el horario solo es de mañana" que los vecinos "no saben lo que se puede llevar y lo que no", así como el hecho de que "no se pueden echar objetos voluminosos". Por último, Tejedor reclama un "aumento de puestos" o, al menos, "acercarlos más a la población".

Mejorable

Para Silvia Ortín, técnica de la Asociación de Vecinos Manuel Viola de Delicias, es un servicio "mejorable". En este sentido, argumenta que entre los aspectos que podrían suponer un mejor servicio figurarían que "se recogiera también pintura, radiografías o cintas de vídeo viejas". "Cuando comenzó", recuerda, "pusieron en la web del colectivo información del lugar y los horarios en los que paraban los camiones para que todos los vecinos supieran dónde llevar sus desperdicios". Desde esta asociación también comenzaron hace años una iniciativa propia y ellos mismos recogen aceite que les llevan los vecinos, "alrededor de 6.000 litros al año", apostilla.

Más satisfecho está Manuel Andrés, presidente de la Asociación de Vecinos de San José, que asegura que los residentes de la zona están "contentos" con la iniciativa. Además, señala que no es partidario de que los puntos fijos estén en los núcleos urbanos y, por ello, cree que los móviles facilitan mucho el reciclaje a los ciudadanos.

Desde la Asociación de Vecinos Tomás Pelayo de Casablanca también explicaron, en su día, a los vecinos el lugar y los horarios. Su secretario, José Lázaro, afirma que no ha recibido ninguna queja y que cumple "muy bien" la misión para la que se estableció: facilitar el reciclaje a los ciudadanos y ayudar al medio ambiente.