"Los discursos se pronunciarán sin interrupción, se dirigirán a la Cámara y con carácter general no podrán ser leídos, sin perjuicio de la posibilidad de utilización de notas auxiliares". Así serán las intervenciones de los diputados una vez entre en vigor el nuevo reglamento. La fecha prevista para ello es el próximo 23 de abril, coincidiendo con el patrón de Aragón. Con esta medida se quiere dar más agilidad a los debates parlamentarios, por lo general tediosos y con alocuciones, sobre todo las del PP, que siguen siempre un guión previo que leen al dedillo.