El paso del carril bici por el paseo Sagasta desde la plaza Paraíso hasta la avenida Goya ha generado opiniones de lo más dispares. Mientras los negocios del paseo creen que se van a ver perjudicados, los comercios de la calle Lagasca, por la que se desviará el tráfico, consideran esta medida como una oportunidad para tener más afluencia y visibilidad.

«Me parece estupenda esta decisión pese a ser conductora, y no solo porque pueda beneficiar a nuestro negocio, sino porque la gente no es consciente de la necesidad de construir más carriles bici y ponernos a la altura de otras grandes ciudades», afirmó Elisabet, trabajadora de Juliette Moda, tienda situada en el número 8 de la calle Lagasca.

No han coincidido con esta opinión algunos empleados de Español Electrodomésticos, un negocio ubicado en Sagasta entre Paraíso y Goya, ya que han estimado que las obras y los accesos restringidos van a perjudicar a los establecimientos más próximos: «Si se modifica la circulación en un área tan emblemática muchos locales tendrán que echar el cierre», manifestó Santiago, empleado de la tienda, con el que coincidió Merche, una clienta y vecina que calificó la medida de «vergonzosa», ya que «la bicicleta la usan únicamente cuatro gatos».

Entre los residentes de Sagasta hay diversas respuestas ante los cambios en el tránsito. Mientras que algunos como Abel, que trabaja en un restaurante cercano al paseo Independencia, el nuevo carril le permitiría ir en bici y evitar la circulación por la calzada, Lorena, inquilina del número 21, se declaró en contra ya que «se debería permitir a las bicicletas circular por el bulevar y así evitar las obras».

Esta resolución no afecta únicamente a los vecinos de la zona, también a los que viven a las afueras como Pablo, que critica las dificultades para circular como la causa de que «se prefiera frecuentar los centros comerciales y se vea perjudicada la venta en el centro».

Hay otros casos como el de Marga, madre de una alumna del Colegio Montessori, ubicado en la calle Lagasca, que no está de acuerdo con el incremento de afluencia de coches en un lugar frecuentado por niños. Aún así, expresó su preocupación por «crear una ciudad más sostenible y evitar el aumento de la contaminación y el cambio climático».

Las avenidas grandes suponen un gran peligro para las bicicletas. Carlos, conductor y ciclista, se manifestó a favor de esta medida: «La bici es el futuro de las ciudades metropolitanas. También creíamos que supondría un problema el carril bici para la circulación en el paseo Constitución y en cambio no ha afectado». Él utiliza cada día el carril bici para ir al trabajo pero al pasar por Sagasta usa la calzada.