El jurista Ángel Dolado prometió ayer su cargo como cuarto Justicia de la democracia en Aragón. Y lo hizo con un discurso lleno de compromisos concretos y un llamamiento a mantener la institución «abierta a los aragoneses más necesitados». Entre ellos englobó a menores, discapacitados, jubilados, jóvenes en el extranjero, mujeres víctimas de la violencia de género, migrantes, refugiados, extranjeros o personas en riesgo de exclusión social.

El sustituto de Fernando García Vicente, que ha pasado casi veinte años al frente del Justiciazgo, se puso a disposición de las formaciones políticas y los agentes sociales y económicos «con absoluta lealtad personal e institucional». A pesar de que su nombramiento no se logró por unanimidad (los diputados del PP se abstuvieron en la elección), se ofreció para ser «digno representante de los principios de independencia e imparcialidad», algo que consideró distinto a ser neutro.

Dolado destacó que por primera vez un juez accede a esta institución histórica que se considera un antecedente de los defensores del pueblo en la comunidad desde su recuperación con el Estatuto de Autonomía de 1982. «Los hombres que integran la actual carrera judicial representan a una sociedad plural y seguirán siendo los principales garantes de los derechos fundamentales, las libertades públicas y el imperio del principio de legalidad», indicó.

En un discurso de marcado carácter social, aseguró que tratará de evitar controversias políticas para generar «confianza» y «reputación» al margen de la notoriedad. Al evocar los inicios de su etapa de estudiante señaló que su formación en escuelas públicas le ayudaron a «forjar una personalidad y un carácter críticos y reivindicativos». También lamentó que con el paso de los años se haya producido un retroceso en el «principio de la igualdad de oportunidades, pues antes estaba más garantizado que en la actualidad», indicó.

De cara al ejercicio de su cargo en los próximos cinco años, presentó un detallado programa de intenciones. La primera de ellas tuvo que ver con la defensa de los menores «y de la infancia en general». Anunció que en el seno de la institución pondrá en marcha una oficina específica en la materia al amparo de la futura ley del menor, en la actualidad en tramitación.

aragonesismo / También anunció que trabajará para fomentar acuerdos en sanidad, educación y contra la despoblación rural. Y avanzó que defenderá un aragonesismo entendido «como la defensa del interés general por encima del personal o de partido».

Como novedades respecto a la situación actual, tras bastantes años de interinidad, consideró que es necesario afrontar «una reestructuración del personal», que trabaja en el Justiciazgo para optimizar los recursos propios y potenciar «el principio de transparencia y de integridad ética y moral».

Dolado consideró que su cargo debe ser «un espacio para la mediación» en los conflictos entre los ciudadanos y las administraciones, pero también destacó su interés en difundir aspectos relacionados con el Derecho Civil aragonés o del Derecho Foral. Para lograrlo avanzó publicaciones, estudios y colaboraciones con instituciones académicas.

Desde el punto de vista de la apertura a la ciudadanía reclamó la colaboración de jubilados, de académicos eméritos, de colectivos de mujeres y de defensa de la diversidad sexual y oenegés, entre otros, para «la realización de trabajos y estudios específicos».

«vértigo tremendo» / Y a pesar de que durante el proceso de diálogo para buscar una candidatura que relevara a García Vicente se habló en más de una ocasión de que el siguiente Justicia de Aragón debería haber sido una mujer, la reivindicación feminista quedó bastante desdibujada en esta alocución inicial. De hecho, entre las numerosas personalidades que citó en la intervención -desde José Antonio Labordeta a Joaquín Costa pasando por Nacho del Río- no figuró ningún nombre de mujer.

En el acto celebrado en el Salón del Trono del palacio de La Aljafería estuvo acompañado por el defensor del pueblo, Francisco Fernández Marugán, el delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde, o sus antecesores en el cargo, Juan Montserrat y Fernando García Vicente, entre otras autoridades y familiares.

Y aprovechó para agradecer a las redes sociales su nueva posición. No en vano, una campaña a través de change.org facilitó una recogida de firmas en la que se solicitaba su elección. En el agradecimiento a la labor de su antecesor en el cargo, Dolado evidenció cómo se sentía ante el reto que asume. «El listón está muy alto, el vértigo es tremendo», expresó.