El proyecto Camino escolar, impulsado por los servicios de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, ha comenzado ya a dar sus primeros pasos con el objetivo de implantar en la capital aragonesa un red de rutas seguras para que los escolares puedan acudir solos a clase. Por el momento está previsto ya que el próximo curso el colegio público de La Jota y el Sáinz de Varanda de Torrero dispongan ya de dos itinerarios que actuarán como proyectos piloto. Después está previsto que se extienda a otros centros educativos y, de hecho, doce colegios se han mostrado ya interesados en participar en el proyecto.

"El objetivo es que los niños puedan ir a sus centros escolares de una manera segura y cómoda a partir de itinerarios diseñados previamente", explica el director de la Agencia de Medio Ambiente y Sostenibilidad del consistorio zaragozano, Javier Celma. De este modo, para poder diseñar estas rutas --que ya se han puesto en marcha en otros municipios como Huesca y La Puebla de Alfindén-- es preciso contar con los propios colegios, con las asociaciones de padres y madres e incluso con los comerciantes.

Una vez elaborados los itinerarios será el propio ayuntamiento el que se encargará de realizar su señalización, con partidas ya existentes en el área de Movilidad o en los programas de Educación Ambiental, donde se encuadra este proyecto. Y, cuando estos se pongan en marcha, se pongan en marcha será también indispensable la Policía Local.

PRESENTACIÓN Por el momento, la iniciativa se presentó ya a la comunidad educativa el pasado mes de enero. Doce centros educativos se mostraron interesados en participar en el programa y se está trabajando ya sobre el terreno con dos: el colegio público La Jota y el Sáinz de Varanda del barrio de Torrero. Será en estos dos últimos donde se realizarán los primeros recorridos, que se contemplarán como experiencias piloto.

En principio, está previsto, que las pruebas comiencen a final de este curso para que puedan estar a pleno rendimiento a partir del próximo mes de septiembre, cuando vuelven las clases tras el periodo estival. Para ello, se está realizando un trabajo de investigación previo, con reportajes fotográficos, vídeos que muestran cómo se mueven los niños y cuáles son sus hábitos a la hora de ir a la escuela. En definitiva, todo aquello que contribuya al diseño de los itinerarios, una elaboración que cuenta con los padres como actores principales.

"Es un modelo autogestionado", aclara Celma. "Los propios centros y los padres tienen que trabajar en los recorridos. Luego nosotros pondremos toda la señalización", destaca. Aunque las rutas se diseñarán de acuerdo con las necesidades de los centros y los padres, el planteamiento es que los recorridos se llevarán a cabo a pie o en bici.

También se está analizando si será preciso contar con turnos de padres que ejerzan labores de vigilancia o incluso se estudia cuáles serán las edades con las que los chavales podrán participar en la iniciativa. "Cada colegio las definirá", indica Javier Celma.

PREVISIÓN Tras La Jota y el Sáinz de Varanda, serán los colegios Jerónimo Zurita, Cristo Rey y Agustina de Aragón los que previsiblemente pasarán a engrosar la lista de los participantes en el programa. "Si la experiencia funciona bien es posible que haya muchos colegios que quieran incorporarse", vaticina Celma, quien destaca el componente educativo del plan.

"Los niños tienen más autonomía, comienzan a tener responsabilidades, además de que se favorece la interacción con los demás y se introduce un mayor conocimiento de las normas de seguridad vial", asegura.