Dos personas perdieron la vida en un accidente de tráfico registrado a media tarde de ayer en la carretera N-234 a su paso por el término de Torrelapaja, el último municipio de la provincia de Zaragoza antes de entrar en Soria por esa vía.

El siniestro tuvo lugar a las 19.20 horas, cuando dos turismos colisionaron frontalmente a la altura del punto kilométrico 299,4.

El accidente arrojó un balance de dos fallecidos --un hombre de avanzada edad y una mujer que no viajaban en el mismo coche-- y ocho heridos. Los dos lesionados de mayor gravedad --un hombre y una mujer-- fueron evacuados a centros hospitalarios de Soria y Zaragoza. Cinco de los otros seis --dos de ellos eran niños-- fueron trasladados al hospital de Calatayud y el sexto, a la capital aragonesa.

La carretera permaneció cortada durante una hora, hasta que los servicios de emergencia rescataron y evacuaron a las víctimas y los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico pudieron dar paso alternativo por el carril que quedó despejado.

El siniestro no guarda relación con las intensas lluvias que cayeron ayer en la zona. Según explicaron vecinos de la zona, por la tarde llegó a granizar, aunque no llovía cuando tuvo lugar el accidente.

Hasta la zona se desplazaron efectivos del 061, un helicóptero del 112, personal del centro de salud de Villarroya de la Sierra, miembros de los Voluntarios de Protección Civil de la Comarca de Calatayud, Bomberos de esa misma localidad, una UVI de Soria y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y varias patrullas de la Guardia Civil, tanto rural como del destacamento de Tráfico bilbilitano.

Los dos fallecidos en el choque frontal de Torrelapaja elevan a trece la cifra de muertos como consecuencia de accidentes de circulación en lo que va de año en las carreteras aragonesas y confirman la tendencia al alza de los siniestros mortales en el último mes natural.

Entre el 1 de enero y el 31 de marzo, perdieron la vida en la red viaria de la comunidad tres personas. Otras dos lo hicieron en abril. Sin embargo, esa tendencia de baja siniestralidad se torció a partir del 11 de mayo: en esas 29 jornadas han fallecido como consecuencia de los accidentes de circulación ocho personas. La cifra de fallecidos lleva nueve años consecutivos descendiendo.