Dos personas perdieron la vida, otra resultó grave y dos más sufrieron lesiones leves ayer en tres accidentes de tráfico que tuvieron como escenario la carretera N-230, en la Ribagorza, un camino rural próximo a Lucena de Jalón y la travesía de Cervera de la Cañada.

El siniestro de mayor gravedad se registró poco antes de las dos de la tarde en el kilómetro 92,4 de la N-230, en el término oscense de Puente de Montañana. A esa hora, un vehículo en el que viajaban un matrimonio y su hijo se salió de la vía y chocó contra una arqueta de hormigón. La mujer, de 64 años, M. M. P. M., perdió la vida; su esposo, de 67, A. H. R., y su hijo de 32, A. H. P., resultaron heridos.

Al lugar del accidente se trasladaron efectivos de la Guardia Civil, así como bomberos de localidades de Huesca y Lérida. Los heridos fueron trasladados en ambulancia y helicóptero a distintos centros de ambas provincias.

La N-230, que registra un intenso tráfico, es una de las carreteras con mayor siniestralidad de Aragón. Discurre por la parte oriental de la provincia de Huesca y comunica la ciudad de Lérida con el valle de Arán.

Por otro lado, un hombre de 70 años, Pedro R. L., apareció muerto junto a su motocicleta en un camino rural del término de Lucena de Jalón, cerca del cementerio de la localidad.

El cadáver de la víctima, que residía en Calatorao, se hallaba a solo 150 metros del casco urbano. Se desconocen las causas del fallecimiento, pero se baraja que pudo deberse a un accidente de tráfico o a un problema súbito de salud. La autopsia tendrá que determinar este extremo.

Finalmente, un hombre resultó herido leve ayer cuando una furgoneta y un turismo colisionaron en la N-234, a la entrada del pueblo de Cervera de la Cañada, en la comarca de Calatayud.

La colisión se produjo cuando uno de los vehículos llegaba a la travesía y chocó con otro que circulaba por el mismo carril en sentido contrario, según indicaron ayer fuentes de la Diputación de Zaragoza, cuyos bomberos se desplazaron al accidente.