El pleno de la Diputación de Huesca (DPH) acordó ayer por unanimidad exigir al Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente que los rendimientos procedentes de la reserva de energía hidroeléctrica para el Estado que se destinen en primer lugar a la restitución del territorio pirenaico.

La iniciativa ha sido promovida por el grupo socialista, en respuesta a una reciente revisión del Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro, que rechaza compensar como afectados a los territorios que albergan infraestructuras hidroeléctricas como embalses, canales, centrales o líneas de transporte de electricidad.

El presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, destacó que esta modificación ha sido recurrida en sendos recursos contenciosos administrativos tanto por la Institución altoaragonesa como por la Asociación de Entes Locales del Pirineo Aragonés (Adelpa).

«Vamos a seguir trabajando para que a estos municipios, que forman parte del Pirineo aragonés, les llegue una parte de estos grandes beneficios como zonas productoras de energía, y de otros beneficios que se van lejos del territorio», explicó Gracia durante el encuentro.

La iniciativa aprobada argumenta que todo el territorio pirenaico está afectado por grandes infraestructuras hidráulicas, por lo que incide en la necesidad de acometer una reforma legal que permita a los entes locales administrar los beneficios de la energía reservada y de las centrales hidroeléctricas revertidas al estado.

Además, el pleno decidió también considerar su adhesión a «todas las medidas y acciones legales y democráticas» que se lleven a cabo para lograr la devolución de 44 obras del Monasterio de Sijena que permanecen retenidas en el Museo de Lérida, a pesar de la sentencia judicial que ordena su devolución.

Por último, y a iniciativa del grupo de Cambiar Huesca, el pleno aprobó una resolución para condenar el «golpe de estado» de 1936, suceso que desembocó después en la Guerra Civil española.