La Diputación Provincial de Huesca (DPH) solicitó en el pleno celebrado ayer a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que se aplique una moratoria de dos años para la entrada en vigor del real decreto que modifica el Reglamento de Dominio Público Hidráulico, con el fin de que los municipios y los particulares puedan adaptarse a los cambios que la norma entraña en materia de inundabilidad.

Una de las localidades más afectadas por el cambio es Fraga, por la cercanía de muchas edificaciones y servicios al cauce del río Cinca, entre ellos el recinto ferial.

La vicepresidenta de la corporación provincial, Elisa Sancho, denunció que el nuevo decreto es consecuencia de la «dejación de funciones» de la CHE, a la que acusó de «no limpiar los ríos y afluentes».

En Fraga, el real decreto ha tenido un efecto inmediato: la imposibilidad de montar el recinto de las peñas junto al río Cinca, en un emplazamiento en el que llevaba muchos años.

Además, ha dejado en una situación legal complicada a más de medio millar de empresas que no podrán hacer ampliaciones al estar en zona inundable, según los datos facilitados por la DPH.

«En los peñistas hay mucho descontento, pues supone dejar un lugar que llevaba utilizándose muchos años», señaló Ángel Vera, uno de los responsables de Peña Fragatina, que agrupa a todas las entidades lúdicas de la capital del Bajo Cinca.

Peña Fragatina y el ayuntamiento han buscado en vano un lugar para el recinto de peñas que satisfaga a todos, de cara a las fiestas del Pilar, el próximo mes de octubre. Al final, al no haber ninguno adecuado, se ha optado por habilitar un espacio al lado del pabellón de El Sotet.

«Se trata de una nave muy grande en la que podrán organizarse cenas multitudinarias y otras celebraciones», aseguró Vera.

«Los emplazamientos alternativos que se han barajado no nos han convencido por distintos motivos y este año, de momento, iremos a El Sotet, aunque en cuanto pasen las fiestas seguiremos buscando un sitio adecuado», manifestó el responsable de Peña Fragatina.

El emplazamiento finalmente elegido habrá de ser obligadamente espacioso para albergar las 220 casetas que tiene que albergar, cada una de ellas de 20 metros cuadrados.

Pero no solo hace falta mucho terreno. También habrá que tener en cuenta el coste del acondicionamiento, los accesos y la voluntad del o de los propietarios.

El consistorio y los peñistas deben tener en cuenta todos estos factores, por lo que el cambio de ubicación puede prolongarse en el tiempo. Por ello, de momento, El Sotet ofrece una solución provisional.