Con un chapuzón en el Ebro. Así es como la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (WWF en inglés) denunció ayer en Zaragoza el mal estado de las zonas de baño de nuestra comunidad. Un acto apoyado por varias decenas de activistas, aunque solo unos pocos se atrevieron a mojarse. Y eligieron el río, a su paso por Helios, porque "es una zona en la que está permitido bañarse". La organización quiso sumarse así al big Jump (o gran salto), una acción multitudinaria convocada por más de mil oenegés en toda Europa.

El objetivo: reivindicar unos ríos sanos y limpios. Desde el colectivo aseguran que en España hay 270 zonas de baño internas, muchas de "calidad pobre" y que, en el caso de Zaragoza, el mayor problema es la contaminación de las industrias papeleras, que provocan un aumento de la temperatura del agua.

A la cita se sumó en Aragón la plataforma El Bergantes no se toca, por primera vez, en la zona de Dos Rocas. Para reivindicar que si se hace el embalse de Aguaviva que proyecta la Confederación Hidrográfica del Ebro, la alteración hidromorfológica sería "totalmente incompatible". Así pedían agua limpia y también "libre y sin embalses".