La salida de Pablo Echenique del grupo parlamentario de Podemos en Aragón antes de la renovación oficial de su cargo orgánico en el partido, prevista para el próximo mes de octubre, no ha sido bien vista en algunos espacios políticos de la comunidad. Sin embargo, el también secretario de organización a nivel estatal, se defendió ayer de las críticas alegando que las acciones de «un diputado de la oposición parlamentaria» no pueden compararse a la ambigüedad con la que el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, está manejando el proceso de primarias en el PSOE.

Echenique consideró que nadie entre los socialistas «está para reproches» al considerar que antes de criticar la decisión que tomó el pasado domingo deberían pensar que convocar elecciones anticipadas «es algo que va más allá del PSOE y que afecta a todos los aragoneses».

LABORES UNIDAS

Esta posibilidad no ha sido puesta abiertamente sobre la mesa por Lambán ni por nadie de su equipo. Pero la insistencia del líder de los socialistas en presentar su acción al frente del Ejecutivo autonómico para justificar la necesidad de su continuidad en el partido la hacen factible.

Echenique señaló a la diputada y actual portavoz de Podemos en las Cortes de Aragón, Maru Díaz, como su sucesora natural al frente del grupo parlamentario. El miércoles 13 tendrá lugar la primera sesión del debate sobre el estado de la comunidad y previsiblemente tenga la réplica a Lambán en la tribuna.

Por su parte, la también diputada Érika Sanz, en las quinielas desde hace meses para ocupar el cargo dejado por Echenique, manifestó ayer su voluntad de seguir trabajando en una lista unitaria. Aunque desde el partido es una posibilidad cada vez más lejana. «Estamos intentando poner siempre en primera línea los proyectos», expresó Sanz. Al frente en el proceso de primarias podría tener el diputado Nacho Escartín.