La sociedad Ecociudad afronta hoy su primera comisión de investigación en sus cuatro años de vida con todas las miradas apuntando a la gestión de Zaragoza en Común (ZeC), solo a los 22 meses que lleva Pedro Santisteve como alcalde. Menos de dos años que han dado para todo: visitas sorpresa a la planta de La Almozara; constantes enfrentamientos con su gerente, Miguel Ángel Portero; visita de Santisteve en persona a la Fiscalía para denunciar unos hechos que se archivaron a las primeras de cambio; e intento de cese de Portero a ocho días de esta primera sesión. Un clima tenso político, con pinta de juicio sumarísimo al exabogado penalista, que presagia algo más que una victoria de la oposición. Quizá la propia supervivencia de Ecociudad se juega en esta depuración parcial a sí misma.

1 La información que no supo digerir ZeC

Zaragoza en Común (ZeC) aterrizó en el Gobierno de la capital en junio del 2015 y se topó, al bucear en la gestión pasada de Ecociudad, un importante volumen de información que nunca ha sabido digerir, siempre tamizada por la sombra de la sospecha y con algunos sindicatos azuzando con la ansiada municipalización contra la ambiciosa pieza de la filial de la ACS de Florentino Pérez (Drace) trabajando en la planta de La Almozara. Un combinado explosivo en lo político que nunca ha traducido en pruebas documentales de peso. Y en una trayectoria plagada de pasos en falso.

Lo fue cuando el alcalde en persona decidió acudir a la Fiscalía para poner en conocimiento de la Justicia hechos sustentados por cuatro testimonios: los concejales Alberto Cubero y Teresa Artigas, que se personaron en visita sorpresa a la planta a los pocos meses de llegar al Gobierno, y dos trabajadores. Uno de ellos, crucial para avalar su interpretación, se desdijo en sede judicial y el éxito se convirtió en tormenta política que todavía no ha escampado.

2 La sociedad lastrada por la opacidad

Zaragoza en Común (ZeC) tomó contacto con una sociedad que nunca se ha caracterizado por la transparencia. Pero no desde hace cuatro años, ni cuando era Ecociudad Valdespartera (con ilustres de la política municipal y aragonesa en un consejo de administración compartido con empresas privadas) ni al pasar a ser Ecociudad Zaragoza, que bajo la excusa de gestionar el saneamiento en la capital (aquella privatización que denunciaba el PP y de la que ahora no quiere saber nada) tramitó un préstamo de 20 millones de euros que necesitaba con urgencia el ayuntamiento. Una operación imprescindible que se quiso hacer por 46 millones, con el apoyo de CHA e IU, y que el Tribunal de Contratos paralizó in extremis. Inolvidable aquella mañana en la que se celebraba pleno en Zaragoza.

Ni se detalló nunca que la red de tuberías se escapaba del control municipal para pasar a una sociedad anónima. Totalmente pública, eso sí, pero hoy sigue siendo de Ecociudad, no del ayuntamiento. Y el retorno a muchos años hace que el agujero a asumir hoy por el consistorio haga imposible desmantelar esa ingenieria financiera que era imprescindible en tiempos en los que Zaragoza tenía prohibido el crédito. Hoy, ni los viejos del lugar ni los nuevos partidos remueven esa etapa.

3 Termómetro de una relación imposible

Dice la tradición que las comisiones de investigación hacen mucho ruido y acaban en pocas nueces, pero esta al menos va a servir para retratar una vez más una relación imposible. O dos. Por un lado, la de ZeC y Santisteve con el PSOE, en desacuerdo en casi todo lo que tenga que ver con esta sociedad. Por otro, la de ZeC con el gerente, Miguel Ángel Portero, hombre de confianza desde hace muchísimo tiempo, de gobiernos de distinto color y con salario adecuado al cargo.

Así que la discusión política se convierte en un fácil vapuleo. Con todos los ingredientes que se vuelven contra el demandante, Santisteve, y no contra el demandado. Donde pasa a un segundo plano que un gestor pueda alterar las mejoras a realizar en un contrato millonario sin pasar por el consejo de administración, o que el estado de las instalaciones por las que debe velar estén en paupérrimas condiciones. Se juzga si ese viaje de Santisteve por la gestión pasada se queda en el fango o concluye en el juzgado. Ecociudad empieza hoy su epílogo.