La Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) ha reivindicado hoy un nuevo plan de saneamiento y depuración de las aguas en Aragón que dé cabida a los municipios en su elaboración y que garantice la viabilidad y la sostenibilidad económica, social y ambiental de las propuestas.

En un comunicado, Ecodes incide en la necesidad de que las inversiones destinadas al ciclo del agua cuenten con una evaluación previa de su retorno económico, social y ambiental como forma de garantizar su viabilidad.

La organización considera que la polémica surgida en torno al Impuesto de Contaminación de las Aguas en Aragón (ICA) abre un debate en torno a la necesidad de financiar, vía fiscalidad, una acción "indispensable" para los ríos, pero también pone en evidencia que el actual plan de saneamiento y depuración es "a todas luces insostenible".

Aseguran que ambas cuestiones deben de abordarse desde el diálogo y la negociación, a fin de elaborar entre las instituciones y la sociedad civil aragonesas "la mejor propuesta para garantizar el buen estado ecológico de los ríos".

Desde la fundación se asegura, por otro lado, que queda pendiente de resolver la "crítica de fondo" que se lanza desde los colectivos sociales en relación al Plan Aragonés de Saneamiento y Depuración de 2009, cuya revisión, prevista para el año 2015, no se ha realizado.

A este respecto, advierten que esta labor no se llevó a cabo a pesar de que Cámara de Cuentas de Aragón urgió revisar los objetivos y programación del plan de 2009 por "inviable y sobredimensionado".

Argumenta Ecodes que el actual plan saneamiento ha generado "enormes problemas" a la hora de plantear depuradoras "altamente costosas" en pequeños municipios de la Comunidad.

"Obras claramente sobredimensionadas para las necesidades reales, tecnologías caras e innecesarias, y procedimientos poco transparentes, han llevado a llamar la atención a la Cámara de Cuentas de Aragón", agrega la fundación.

Desde Ecodes se considera "imprescindible" contar con un nuevo Plan Aragonés de Saneamiento y Depuración que parta de las "necesidades reales", que se elabore con la participación de los municipios y de las entidades sociales y que garantice la viabilidad y la sostenibilidad económica, social y ambiental.

Para ello, deberían incluirse análisis previos del retorno económico, social y ambiental de cada una de estas inversiones, "tal como se hace en otro tipo de infraestructuras, y como se está empezando a hacer también en inversiones relacionadas con el ciclo del agua".

Destacan la organización que la "amplia" movilización social generada constituye "una oportunidad para que Aragón se dote de un instrumento financiero para garantizar el buen estado ecológico de nuestros ríos, que no debemos desaprovechar".