La edad media de los adolescentes atendidos por el Centro de Solidaridad Zaragoza-Proyecto Hombre (CSZ) ha descendido de los 18 años a los 17,2 durante la última década, un hecho que coincide con el descenso de la edad con la que los jóvenes comienzan a consumir sustancias, principalmente alcohol y cannabis.

El presidente del comité ejecutivo del CSZ y su director, Carlos Gómez y Jesús Sánchez, respectivamente, han adelantado hoy este y otros datos durante una rueda de prensa en la que también se ha presentado la ayuda de 40.000 euros que las fundaciones de Ibercaja y CAI han destinado para que el centro desarrolle sus acciones de atención a padres, escolares y jóvenes, así como en la formación de voluntarios y profesionales del Proyecto Hombre.

Así, el CSZ ofreció orientación y tratamiento en 2016 a un total de 125 adolescentes en casos de consumo de drogas, problemas de comportamiento, conflictos con iguales, dificultades escolares, violencia, problemas alimenticios y crisis adolescentes.

Sánchez ha explicado que la atención a los 125 adolescentes durante el pasado año se llevó a cabo dentro del programa Tarabidan, unos de los tres que desarrolla el centro y que tiene por objetivo orientar y tratar a jóvenes en riesgo y a sus familias con el fin de promover un proceso educativo y de maduración en los adolescentes que mantienen comportamientos de riesgo.

Precisamente, el programa alcanzó a 133 familias en 2016, un factor "tanto o más importante", ha subrayado Sánchez, para lograr los objetivos mediante la implicación de los familiares desde un proceso paralelo que les permita aprender a situarse ante los cambios en las relaciones con el adolescente.

También ha destacado el director el aumento de usuarios por patología de adicción exclusiva al alcohol, hecho que parece coincidir con el cambio de patrón de consumo de esta sustancia en la última década entre los jóvenes y que se corresponde con la ingesta abusiva de bebidas alcohólicas en un corto espacio de tiempo, una práctica en la que los riesgos "son evidentes."

Además, Sánchez ha advertido de que la droga ha sido "un problema menos visto" que otros, como el paro, durante la crisis y al que se le ha dado "cierta normalidad".

Del total de atenciones registradas, el 80 % eran varones, mientras que el 20 % eran chicas, y un 63 % de los 125 atendidos eran menores de edad.

Sobre las líneas de actuación con los adolescentes, ha remarcado que desde el centro ponen el énfasis en la persona, tratan que los jóvenes tengan más alternativas para realizar -ya que cuantas más actividades estén a su disposición, menos espacio quedará para las drogas- y buscan que los adolescentes se planteen las creencias relacionadas con que estas sustancias les ayudan en su vida.

Desde el CSZ también se ha desarrollado en 2016 el consultorio de intervenciones psicoeducativas, en el que han participado 190 alumnos y 115 familias en 14 acciones preventivas, además de ofrecer formación a 259 profesionales y voluntarios.

Este programa tiene como objetivo promover una mejor preparación de los agentes que intervienen en el proceso educativo y de crecimiento integral en adolescentes y jóvenes, así como dotarles de recursos para abordar situaciones y conductas susceptibles de riesgo, además de asesorar y formar a administraciones locales, centros educativos o dispositivos de atención sociosanitarios en el diseño y desarrollo de estrategias preventivas.

El tercer programa que va a desarrollar el centro se enfoca en la formación a través de internet mediante cursos centrados en la prevención en el medio escolar, una iniciativa que espera ver la luz en el mes de febrero.

Estos cursos se dirigirán tanto a estudiantes como a profesionales de la salud y la educación y el centro Estudios Superiores Abiertos (SEAS) la está desarrollando en su aspecto técnico.

Durante el acto, el jefe de la obra social de la fundación Ibercaja, Juan Carlos Sánchez Bielsa, y la directora general de la fundación Caja Inmaculada, María González, han subrayado la importancia de tratar los problemas que las drogas generan.

Además, ambos representantes de las fundaciones bancarias han mostrado su satisfacción por renovar la colaboración con el CSZ, una relación que comenzó en 1986 en el caso de la CAI y en 1991 en el de Ibercaja.

El Centro de Solidaridad presentará la memoria de 2016 con todos los datos completos del año durante el mes de marzo.