La Asociación Independiente para Defender la Salud estudia llevar ante la fiscalía una denuncia por los casos de cáncer detectados en zonas con antenas de telefonía móvil.

En la calle existe un debate continuo sobre la posible relación entre la presencia de antenas de telefonía móvil y casos de cáncer y otro tipo de patologías. Hay ciudades españolas que están sacando este tipo de instalaciones fuera de la zona urbana, lejos, a los extrarradios, a unos 30 kilómetros de los asentamientos de población, porque a esa distancia siguen manteniendo su potencial de funcionamiento, pero se reducen los posibles perjuicios de las ondas que emiten sobre la salud. En Zaragoza debería hacerse algo similar, ubicarlas lo más alejadas de los vecinos".

Eduardo Izquierdo es el secretario de la Asociación Independiente para Defender la Salud de Zaragoza (Asides), cuya sede se encuentra ubicada en la calle San Vicente de Paúl, en el edificio de Federación de barrios de Zaragoza. El portavoz de esta organización asegura que el temor, las dudas y los recelos se han instalado en la vida de muchos vecinos. "Nuestra asociación tiene constancia de más de un centenar de casos de cáncer, agrupados en puntos concretos, en los que precisamente hay colocadas este tipo de instalaciones. Y no nos vamos a quedar parados. Vamos a plantear el tema ante la fiscalía para que investigue. La mayor dificultad con la que nos enfrentamos es que no podemos tener un registro con nombres y apellidos por la Ley de Protección de Datos", insiste este zaragozano.

Desde la asociación se lamenta que Aragón sea precisamente una de las pocas comunidades autónomas que no dispone de una ordenación específica sobre antenas de telefonía móvil. Además Eduardo Izquierdo, critica también el incumplimiento reiterado del Ayuntamiento de Zaragoza a la hora de aplicar una ordenanza municipal del 2001, que después fue ratificada por unanimidad en sendos plenos celebrados en el 2005 y 2007, y por la que se comprometió a retirar antenas cerca de colegios, guarderías, residencias de ancianos y hospitales. "La realidad es que seguimos viendo cómo sigue habiendo antenas próximas a lugares donde hay niños, ancianos y enfermos, y hasta en la universidad, sobre el edificio del Interfacultades, porque se anteponen otros intereses. Y no lo podemos entender". A este respecto, Izquierdo también añade que si la Administración considera que estas instalaciones son peligrosas por la proximidad a centros infantiles, también lo serán para el resto de ciudadanos.

No obstante, fuentes municipales puntualizaron a este diario que el consistorio no tiene competencias directas para gestionar este tema, sino que la responsabilidad recae directamente sobre el Gobierno central y que dicha ordenanza municipal había quedado sin contenido. En cualquier caso, desde el ayuntamiento zaragozano se apuntó que en la actual legislatura se han endurecido los criterios para las operadoradas a la hora de solicitar instalaciones, con la obligatoriedad de informar a las comunidades de vecinos colindantes de la pretensión de colocar una antena de telefonía móvil en un bloque de pisos, y abriendo el correspondiente plazo de alegaciones.

En este sentido, Eduardo Izquierdo aseguró que de las 300 antenas de estas características que existen en el cielo zaragozano, el consistorio ha llegado a ordenar la retirada de 60 por considerarlas ilegales, un mandato que a su vez incumplen las operadoras. "El consistorio podría retirarlas subsidiariamente, pero acometer esto supone un coste de 24.000 euros y no está por la labor".