--Usted fue uno de los tres psiquiatras del sector que no firmó la carta de su jefa en la que pedía la centralización de las unidades de salud mental del sector, lo que supondrá el cierre de otros dispositivos en Torrero, Rebolería, Las Fuentes, San José y Casablanca. ¿Por qué?

--Desde el año 1978 en que inicié mi carrera profesional como psiquiatra siempre he estado comprometido con la defensa de la salud mental y la sanidad públicas. Provengo de la etapa de la psiquiatría manicomial y las consultas ambulatorias de neuropsiquiatría, modelos ambos contra los que siempre he luchado y a los que me he opuesto activamente en todo momento. De 1986 a 1991 tuve la suerte de participar en el proceso de elaboración, implementación, coordinación y gestión del Plan Autonómico de Salud Mental en Aragón. Lo hice asumiendo inicialmente la vocalía del Insalud en la comisión para la Reforma Psiquiátrica en Aragón; después como coordinador técnico y secretario del comité provincial de enlace y coordinación en el área de salud mental en Zaragoza y como coordinador provincial de salud mental y atención psiquiátrica en la Dirección Provincial del Insalud. Señalo todo lo anterior porque entiendo que responde en buena parte a su pregunta. El cambio estructural, también funcional, que proponen --o imponen-- nuestros responsables políticos supone un primer paso para hundir o eliminar un modelo de atención a la salud mental que costó mucho tiempo, perseverancia y esfuerzo poner a flote en su momento: el modelo Comunitario de Atención a la Salud Mental.

--¿Cuáles son los pilares de ese modelo?

--El trabajo en equipo multiprofesional, que en absoluto equivale a un grupo de profesionales reunidos en un espacio común. Y en la proximidad a los equipos de Atención Primaria y a la población atendida que no se basa tan solo, ni es suficiente, en el acercamiento físico, sino que representa una integración de objetivos, actividades y estrategias de salud compartidas.

--¿Por qué cree que sí firmaron los demás?

--Las motivaciones internas de las personas se desplazan a lo largo de un extenso territorio que incluye creencias, deseos, intereses, temores... Supongo que todo eso y mucho más se habrá dado entre nosotros, pero tan solo uno mismo conoce, y solo en parte, lo que le mueve y motiva.

--¿Cómo ha sido el ambiente laboral durante este tiempo?

--Desde mi punto de vista no se han producido cambios, ni en un sentido ni en otro, a lo largo de este periodo.

--¿Ha sufrido represalias de algún modo?

--En absoluto. En ningún caso, hasta el momento, he sido sometido a ninguna presión por parte de la Jefatura del Servicio ni de ningún compañero del mismo. Como por otra parte cabe esperar de una sociedad democrática en la que cada cual es libre de manifestar sus puntos de vista sobre cualquier asunto sometido a debate público.

--¿Cómo valora las ventajas defendidas por el departamento de Sanidad para justificar la centralización? ¿Cree que hay motivos económicos?

--Sinceramente, solo se me hace comprensible cuando intento ponerme en el lugar de quienes a nivel político hacen manifestaciones técnicas sobre asuntos que evidentemente desconocen. La ignorancia siempre ha sido muy atrevida, sobre todo en nuestro país, y desde los estamentos políticos. De no ser ese el motivo, se me ocurre que quizás podría tratarse de algo mucho más pensado y elaborado, de eso que ahora ha venido en llamarse felizmente optimización y externalización, cuyo significado actual desconozco, pero que antes equivalía a decir reducción de costes en personal y privatización, respectivamente.

--¿Cómo cree que repercutiría esta medida en los pacientes?

--No me atrevo a evaluar los efectos que estas medidas tendrán sobre los usuarios pero, como mínimo, penalizará su accesibilidad a los servicios de salud, su autonomía personal y la integración y normalización de su trastorno en los servicios públicos de salud.

--¿En qué medida cree que se corre el riesgo de una pérdida de adherencia al tratamiento?

--La habrá y será directamente proporcional a la gravedad del caso.

--¿Hay pacientes que le hayan dicho ya que no están dispuestos al traslado?

--Voy a contestarle a la inversa, tan solo se han manifestado a favor del mismo algunos usuarios de Valdespartera.

--Sanidad dice que la apertura del hospital de día es inminente y que la unificación se hará en marzo. ¿No hay vuelta atrás?

-- Ya mi abuelo me decía que lo único de lo que resulta imposible volver es de la muerte, lo demás va entrando y saliendo a nuestro camino en cualquier momento. Por mi parte, seguiré manifestando mi oposición. De hecho, es lo hago en este preciso instante.