La consejera de Educación, Dolores Serrat, medita seriamente dejar de ofrecer a los docentes la posibilidad de acogerse a una reducción de jornada a partir de los 55 años de edad. Así se lo trasladó recientemente a los sindicatos de la enseñanza pública y concertada, con los que se reunió para transmitirles una declaración de intenciones de cara al futuro.

En ese encuentro, Serrat mostró su intención de respetar la convocatoria de este curso --ya se ha resuelto-- pero expuso su disconformidad con una medida "contradictoria" que acoge a docentes próximos ya a la jubilación, por lo que, si se decide la supresión de la modalidad, los que se beneficiarán de esa opción el curso que viene pueden ser los últimos en hacerlo.

Para la consejera, la medida no tiene excesivo sentido, sobre todo, si se tiene en cuenta la modificación en la edad del retiro, que ha pasado de los 65 a los 67 años. Educación considera, además, que esa medida estaba estrechamente ligada a la jubilación anticipada, pero la modalidad más reclamada --el retiro incentivado-- ya ha acabado su vigencia y el Gobierno central no volverá a ofrecer esa opción a los docentes.

La intención del Ejecutivo contrasta con el gran momento del programa, al que se acogerán el próximo curso algo más de 1.000 maestros y profesores de la comunidad autónoma, una cifra notablemente superior a los que solían hacerlo en años anteriores (alrededor de 800).

SOBRE TODO PROFESORES La mayor parte de ellos (369) serán profesores de instituto de la provincia de Zaragoza, 270 serán maestros de Infantil y Primaria, 58 ejercen de maestros en institutos y otros 6 imparten clase en un centro de adultos.

En Huesca, otros 200 docentes de Primaria y Secundaria se beneficiarán de la que puede ser la última reducción de jornada para mayores de 55 años y algo más de 100 (62 en Primaria y 40 en Secundaria) lo harán en Teruel.

La reducción alcanza a la jornada lectiva de docencia directa a los alumnos, es decir, los beneficiados deberán realizar una actividad sustitutiva en el centro educativo. Para disfrutar de ello, deberán acreditar un mínimo de quince años de prestación de servicios como funcionario de carrera o personal laboral en el ámbito de la docencia no universitaria, tener con anterioridad al curso escolar en que se inice la aplicación de la reducción una edad entre 55 y 59 años y tener asignado un horario superior a 15 horas semanales de docencia directa a alumnos.

La rebaja en la jornada varía en función de la edad. Así, los que tengan 58 ó 59 años darán cuatro horas menos de clases semanales si ejercen en colegios públicos de Infantil y Primaria y Colegios Rurales Agrupados, mientras que la reducción del resto de docentes será de tres horas.

Si el profesor tiene 56 o 57 años, la reducción consistirá en dos horas lectivas semanales de docencia directa a grupos, mientras que también existe la opción de renovar la reducción de jornada lectiva. En esta ocasión, la mengua se aplica sobre el horario asignado en el curso anterior.

ACTIVIDADES SUSTITUTIVAS La convocatoria del Departamento de Educación establece que los docentes que se acojan a la reducción de jornada deberán realizar, en ese periodo en el que no dan clase directa a los alumnos, actividades que el Servicio Provincial de Educación considerará prioritarias en cada curso escolar, aunque "podrán ser propuestas otras actividades sustitutivas de interés para el centro".

Además, se podrán realizar actividades relacionadas con programas de carácter educativo en servicios centrales o provinciales del departamento competente en materia educativa, en cuyo caso se acumularía la reducción horaria en un día determinado de la semana.