El Departamento de Educación del Gobierno de Aragón reculó ayer en su intención de exigir un 5 en la nota de las oposiciones para que los interinos accedan a la lista principal, a la que recurre, en primer lugar, la Administración para asignar una vacante.

La mesa técnica que reunió a los representantes del departamento con los sindicatos desbloqueó una situación que, incluso, había llevado a los interinos a estudiar la posibilidad de convocar una huelga del sector. Así, Educación dio marcha atrás y retiró la imposición de obtener un 5 en la calificación del examen de oposiciones y, por consiguiente, no variará el sistema de acceso a las listas de interinos. Ahora, una está integrada por los interinos que tienen al menos un día de experiencia independientemente de si han aprobado o no la oposición y por quienes han obtenido al menos un 4 en la primera prueba de la oposición, mientras que la otra la componen el resto de docentes.

Aunque no se abordó ayer, la rectificación del departamento también provocaría, por consiguiente, que los interinos no se verán obligados a sacar adelante cada proceso selectivo convocado para poder seguir ejerciendo.

EL PESO DE LA NOTA El siguiente paso, que se dará mañana en un nuevo encuentro con los sindicatos, consiste en reformular el actual sistema de baremación, que, en todo caso, seguirá revisándose cada cuatro años. Así, Educación pretende que la nota del examen tenga un peso mayor que el 20% actual. Los interinos ocupan un puesto u otro dentro de una de esas listas dependiendo de la suma de cuatro criterios: su experiencia (55%), la nota de oposición (20%), su formación (15%) y los méritos académicos (10%), pero la Administración educativa plantea ahora cambiar los dos primeros porcentajes hasta el punto de intercambiarlos, algo a lo que se niegan los sindicatos, que exigen que la antigüedad continúe con una valoración mayor que la calificación, aunque sí admiten que esta incremente su porcentaje de relevancia.

"Lo más importante es que se ha conseguido desbloquear la negociación y ahora se trata de analizar las diferentes propuestas que puedan realizarse para la modificación del baremo", explicaron desde un sindicato, que se mostró "abierto" a continuar con las conversaciones con la Administración "en busca de un acuerdo".

En todo caso, los sindicatos abogan por analizar las posibles consecuencias que tendría cada modificación de esos porcentajes antes de alcanzar una solución definitiva. "Lo que no se podía hacer es cambiarlo todo en un par de encuentros", explicaron desde un colectivo.