Los representantes empresariales de Teruel y Valencia han intensificado su colaboración para defender el corredor ferroviario Cántabro-Mediterráneo. Así lo ratificaron la pasada semana en un inédito acuerdo conjunto para reclamar al Estado que impulso un eje que vertebraría el territorio, permitiría un ahorro económico considerable y favorecería la sostenibilidad ambiental.

Para ello cuentan desde hace una semana con un exhaustivo informe elaborado por la Universidad Politécnica de Valencia encargado por la Confederación Empresarial Valenciana. En el estudio se destaca que sin este eje --que uniría Valencia con Irún y atravesaría todo Aragón-- las empresas de mercancías hacen 364.485 kilómetros más al año al tener que usar vías alternativas como Madrid o Barcelona, y ello implica un 87,5% más de emisiones de CO2 al año y un gasto adicional en gasóleo de 1,66 millones de euros.

Por este motivo, instan al Estado a impulsar este eje, tal y como está previsto, pero que hasta ahora apenas tiene avances. Además, reclaman que se realicen mejoras de inmediato que permitirían fomentar el uso de esta vía. El estudio se centra en el tramo Zaragoza-Teruel-Sagunto y defiende la utilidad de un corredor que aglutina el 22% del PIB de todo el Estado, ya que atraviesa las comunidades más prósperas del país, y este llega al 34% del PIB si se estima su área de influencia.

NUMEROSAS DEFICIENCIAS

Se analiza únicamente el tramo más al sur de todo el eje porque de Zaragoza a Irún se constata "un estado de conservación adecuado a sus características y tráficos", mientras que de Zaragoza a Sagunto la línea "presenta numerosas deficiencias en su estado que se traducen en importantes limitaciones de velocidad y carga que condicionan la explotación de trenes de mercancías". Asimismo, indica que es una línea "extremadamente saturada", llegando al 100% en el 55% del tiempo.

El estudio constata que no hay ninguna línea semanal del puerto de Valencia a Zaragoza, a pesar de que son dos ciudades que generan un intenso intercambio comercial, y sin embargo hay 21 entre el puerto de Barcelona a la capital aragonesa. De hecho, en todo el informe se analizan los "cuantiosos" tráficos potenciales del corredor que en la actualidad discurren por trayectos alternativos, especialmente Madrid y Barcelona, para unir la cornisa cantábrica con la mediterránea, especialmente hasta Sagunto y Silla. Ambas localidades generan alrededor de 50 circulaciones de mercancías a la semana, la mayoría por el corredor de Tarragona, para el que además el Estado ha hecho un fuerte desembolso económico, al estar dentro del corredor Mediterráneo que sí se ha impulsado con fuerza en las dos últimas legislaturas.

El ahorro en costes son evidentes, y ello se justifica con la simple comparación de las distancias. Si existiera el eje Cantábrico-Mediterráneo por Aragón, las mercancías viajarían únicamente a lo largo de 681 kilómetros, en lugar de los más de mil que tienen que hacer si van por Madrid o Tarragona.