En la lucha contra las plagas, el ser humano cuenta con unos aliados diminutos, pero muy eficaces. Son los llamados enemigos naturales, o insectos beneficiosos, de poblaciones mucho menores a las plagas, que se dan auténticos festines de bichitos y de paso protegen jardines y cultivos.

Depredadores como mariquitas, parasitoides como los aphidius, y patógenos (que generan enfermedades) como virus, bacterias, hongos y nematodos forman un ejército aguerrido que desde hace un tiempo actúa frente a las colonias de insectos que colonizan las zonas verdes.

"Realizamos sueltas controladas de estos enemigos naturales y así protegemos la salud de las personas y el medio ambiente evitando el uso masivo de fitosanitarios", comenta Lorena Escuer, bióloga al frente de Hidrobiology, empresa que se encarga de estas labores de control. Las han desarrollado en localidades como Huesca, Barbastro, Sabiñánigo y también en varias zonas de Zaragoza capital, como el Parque del Agua y el polígono Plaza.

La fuerza de choque se despliega almacenada en cajitas que los operarios cuelgan de las ramas de los árboles. Una vez instalados, los insectos salen de caza. "En el Parque del Agua este año estamos luchando contra el pulgón en diferentes especies arbóreas, pero estas actuaciones se pueden ampliar también a otros tipos de plagas como son ciertas cochinillas tigre del platano, psilas...", explica la bióloga.

Estas labores cumplen con lo dispuesto por el Real Decreto 1311/2012, que consigna un uso sostenible de los fitosanitarios y que fomenta la gestión integrada de plagas.

"Los insectos beneficiosos que liberamos son autóctonos, esto es, que los podemos encontrar de forma espontánea en la naturaleza y además todos ellos están registrados y autorizados para su uso por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente", detalla Escuer, la estratega de esta novedosa batalla.