Uno de cada cuatro desplazamientos que se realizan en autobús en Zaragoza se hacen de forma gratuita. El porcentaje de viajes exentos de pago en el transporte público de la capital aragonesa se mantiene en niveles muy altos a pesar de que en el último año se redujo la cifra, que se ha multiplicado por cinco desde el 2007, cuando eran 5,5 millones de usos. En el 2011 ya fueron 29,4 millones, y significó un descenso en los registros de 1,2 millones menos con respecto al año anterior.

El número de pasajeros del autobús descendió, por cuarto año consecutivo, hasta los 111 millones de viajeros, ocho menos que en el último año, en buena medida por la puesta en servicio del tranvía, que con más de ocho millones de usuarios, se llevó a gran parte de estos pasajeros. Del global de usuarios, la mayoría, 73,5 millones, utilizó la tarjeta bus o alguno de los abonos bonificados para moverse por la ciudad, 29,4 viajaron gratis utilizando transbordo o con algunos de los títulos que eximen de pagar, y el resto, 8,02 millones, subieron al bus pagando por un billete normal que en zaragoza cuesta 1,25 euros.

Estas cifras, siendo inferiores con la puesta en marcha del tranvía en la ciudad, mantienen la evolución ascendente de los últimos años en cuanto al porcentaje de desplazamientos que se hacen de forma gratuita. Quizá no en número, pero sí en porcentaje. Nada tiene que ver con lo que ocurría hace una década, cuando en el 2003, de los 108,7 millones de usos que se registraron solo 9 eran gratis, 18,5 eran con billete sencillo y 81,1 con abonos o tarjeta bus. Entonces representaba el 8,3% y ahora ya es el triple.

RECAUDACIÓN Al final, este porcentaje de viajes gratuitos acaba trasladando su efecto a la recaudación, que también ha ido disminuyendo progresivamente. Principalmente porque los que pagan cuando suben al autobús son cada vez menos, al igual que también lo son en números globales. Así, los viajeros de pago han pasado en solo cuatro años de superar los cien millones, a 81,6 en el 2011, casi un 20% menos en apenas cuatro años. En la última década nunca se había dado un registro tan bajo, ya que entre el 2003 y el año pasado siempre se ha mantenido por encima de los 88,6 millones de usos de pago, siendo este del 2010, después de una progresiva caída desde el 2008, cuando se superaron los 101 millones de desplazamientos de pago. Hace diez años eran 99,7 millones en los que entraba algo en la caja, 18 millones más que ahora.

Con todo, los ingresos por recaudación de billetes no podía hacer otra cosa que decrecer. Y con ello disparar el déficit del servicio y la subvención que desde las arcas públicas se destina a este medio de transporte público. Así, TUZSA está ingresando cantidades que se asemejan a las del 2007, con 47,9 millones de euros en el 2011, una cifra casi idéntica a la de hace cinco años.

Estos ingresos provienen, fundamentalmente, de la tarjeta bus y los abonos. Hasta 40,1 millones de esos 47,9 globales se recaudan con estos títulos bonificados. El resto, 7,8 en total, proceden de los billetes sencillos, apenas un 16,2% del total. Hace diez años, el porcentaje superaba el 26% (10,3 de los 39,1 millones globales) y hace solo tres, en el 2009, se mantenía por encima del 19% (9,3 millones de 48,5).