Raúl Hernández, pariente de los pequeños muertos ayer en Ejea, trató de rescatarlos, junto a dos policías locales, al poco de producirse el fuego. "No hemos podido entrar por culpa de las llamas y del humo que había en la parte de arriba", manifestó ayer este testigo, que explicó que la madre de Juan y Marín vive en Valencia desde hace dos años.

"Los niños estaban en la cama, durmiendo, y parecían inconscientes", siguió relatando. Con la llegada de los bomberos y la Policía Local, el incendió quedó controlado y fue posible rescatar al abuelo, Pepe Jiménez, "que tosía y llevaba varias quemaduras", aseguró.

Toda la comunidad gitana de Ejea sabía al poco del suceso que el abuelo había tratado de salvar a los pequeños. "Ha intentado sacarlos, pero no ha podido", manifestó una prima hermana de este. "Tiene problemas respiratorios y, con tanto humo, era muy difícil que lo consiguiera", agregó.